La exdirigente social Milagro Sala incumplió con la prisión domiciliaria que le ordenó la Justicia. La exlíder de la Tupac Amarú realizó una doble infracción. Por un lado, se mudó de la vivienda declarada, en Villa Elvira, porque se le terminó el contrato de alquiler y se trasladó a Gonnet, sin autorización judicial. Además, celebró el cumpleaños de su hija con decenas de personas en su casa, algo que tampoco puede hacer.
En las imágenes compartidas por A24, se la observa a la exdirigente social festejando el cumpleaños de su hija y en el paneo de la cámara se observan, al menos, diez personas junto a ella. Esto va en contra del régimen de visitas que estipuló la Justicia al momento de condenarla por los delitos de asociación ilícita, fraude a la administración pública, extorsión y amenazas.
Milagro Sala se cambió de casa
Por otra parte, la líder de la organización barrial Tupac Amarú se mudó a Gonnet para seguir con su prisión domiciliaria allí, aunque nadie la autorizó a hacerlo. Según consta en la presentación judicial incorporada al expediente, la salida del inmueble se produjo luego del vencimiento del contrato de alquiler. El propietario de la vivienda intimó la devolución inmediata del inmueble y advirtió sobre la posibilidad de iniciar una acción de desalojo.
Ante esto, Milagro Sala alertó a la Justicia sobre el hecho e inmediatamente comenzó con su mudanza, sin aguardar por la autorización del Poder Judicial. En medio de este contexto es que se realizó el festejo de cumpleaños de su hija en el patio de la vivienda que horas después dejó.
La condena contra Milagro Sala
En mayo pasado, la Corte Suprema dejó firme la condena 15 años de prisión contra Sala por diversos delitos. El más destacado es el que se la encontró culpable del delito de fraude en perjuicio del Estado y la señalaron como jefa de la asociación ilícita. Básicamente, desviaban fondos públicos destinados a la construcción de viviendas sociales y, para realizar ello, amenazaban e intimidaban.
Teniendo en cuenta este caso, que fue unificado, la condenaron a 15 años, aunque le otorgaron prisión domiciliaria por su estado de salud, que con el correr de los años se deterioró de manera considerable. Además, la Justicia fijó el uso de una tobillera electrónica para constatar su posicion.
