Patricia Sosa protagonizó uno de los momentos más profundos y conmovedores de La Noche de Mirtha (El Trece), al animarse a compartir una experiencia personal vinculada a la muerte de su padre y su acercamiento a lo espiritual en un momento de profundo dolor. En un clima de respeto y escucha, la cantante relató ante Mirtha Legrand y los invitados una vivencia que, según explicó, la marcó para siempre.
La experiencia espiritual de Patricia Sosa
Todo comenzó cuando Mirtha le preguntó directamente si era cierto que había visto a su padre en una fotografía tomada tiempo después de su fallecimiento. Sin esquivar el tema, Patricia confirmó la historia y reconstruyó el contexto. Había viajado a Córdoba junto a Lucía Galán para acompañarla a una consulta con una persona que, según explicó, se contacta con “almas desencarnadas”. Aunque ella no fue con esa intención, la muerte reciente de su papá terminó abriendo una puerta inesperada.
@sebastianechavar81 El reencuentro que Patricia Sosa tuvo con su papá, ya fallecido: "Estaba sentado al lado mío"#mirthalegrand ? sonido original – ANONYMO+
Según contó, el método consistía en grabaciones realizadas con agua, donde se escuchaban sonidos similares a una radio fuera de sintonía. En ese registro, Patricia asegura haber escuchado la voz de su padre durante unos segundos, diciéndole cosas lindas. La situación se volvió intensa: ella comenzó a sentir taquicardia y su amiga un fuerte calor corporal. Fue entonces cuando el hombre decidió cerrar la sesión y tomó varias fotos del grupo.
Al revisar una de las imágenes, Patricia aseguró haber visto con claridad a su padre a su lado, sonriente y vestido con un buzo violeta, una prenda muy significativa para él. “Sentí su presencia de manera muy clara”, afirmó, mientras Mirtha escuchaba visiblemente impactada. Sin embargo, la artista fue cuidadosa en su relato y aclaró que no se considera una persona con dones especiales. “No creo tener ningún poder. Es energía”, explicó.
La charla también derivó en recuerdos familiares más terrenales y entrañables. Patricia evocó una imagen que atesora de sus padres: ambos sentados frente al televisor, tomados de la mano, en la casa que ella les compró para vivir juntos. Una escena simple, pero cargada de amor. El testimonio de Patricia Sosa dejó en la mesa de Mirtha un mensaje profundo sobre el duelo, la memoria y la necesidad de hablar de lo que duele.
