El economista Damián Di Pace analizó el impacto del Presupuesto 2026 aprobado por el Congreso y aseguró que el documento brinda previsibilidad a empresas y hogares, en un contexto donde la economía comienza a mostrar señales de mayor orden macroeconómico, algo que —según remarcó— no ocurría en gestiones anteriores.
En declaraciones a Radio Rivadavia, Di Pace afirmó que el Presupuesto funciona como una “hoja de ruta” para la microeconomía, ya que las variables proyectadas se acercan mucho más a la realidad del mercado y permiten reducir márgenes de error al momento de planificar.
Presupuesto y planificación: menos desvíos que en el pasado
Según explicó el economista, las empresas utilizan las proyecciones oficiales como referencia para definir producción, inversiones, marketing y recursos humanos. Por lo que contar con estimaciones más realistas resulta clave para el funcionamiento del sector privado.
Di Pace contrastó la situación actual con años anteriores, en los que —recordó— se presupuestaban inflaciones del 30% o 60% que luego terminaban superando el 100% o incluso el 200%. “Ahí se pifiaba y mucho: eran muy mentirosos o demasiado optimistas”, sostuvo.
Para el próximo año, señaló que las diferencias entre las proyecciones oficiales y las privadas se redujeron notablemente. Mientras el Gobierno prevé un crecimiento del 5%, el consenso de consultoras lo ubica cerca del 4%, una brecha considerada manejable. En inflación, el Presupuesto proyecta 10,1%, frente a un 16,1% estimado por el mercado.
“Los desvíos son mucho menores y eso es muy bueno para poder prever qué va a pasar con la vida personal y con las empresas”, remarcó el analista.
Dólar, exportaciones y críticas puntuales
Di Pace advirtió que el valor de $1.425 incluido ya quedó desactualizado frente al esquema de bandas cambiarias vigente. Según su análisis, el mercado proyecta un dólar más cercano a los $1.780 hacia el cierre del año.
De todos modos, destacó como un punto positivo el crecimiento esperado del 10,6% en exportaciones. Especialmente en los sectores de energía, minería y agro, pilares del nuevo esquema productivo impulsado por el Gobierno.
