La planificación del River versión 2026 ya genera movimientos fuertes dentro del plantel. Tras un año muy lejos de las expectativas, Marcelo Gallardo puso en marcha una renovación profunda que incluye llegadas importantes, depuración interna y decisiones que no todos los futbolistas recibieron de la misma manera. Uno de los casos más sensibles es el de Paulo Díaz, cuyo futuro se volvió un foco clave en el mercado.
El aviso de Gallardo y el rol que perdió Díaz
A pesar de que aún le quedan dos años de contrato, el chileno ya no forma parte de las prioridades del entrenador. Su participación disminuyó notablemente y, según trascendió, Gallardo le comunicó que no será tenido en cuenta para el próximo ciclo. Esto abrió la puerta a una posible transferencia, aunque el propio jugador tomó una posición contundente.
Mientras tanto, el club sigue esperando la confirmación sobre qué competencia internacional jugará en 2026, un detalle que también influye en la planificación deportiva y económica.
Intereses del exterior y un obstáculo millonario
El defensor despertó interés en dos frentes muy distintos: Al Qadsiah de Arabia Saudita y Colo Colo de Chile. Ambos preguntaron condiciones, pero se encontraron con un escollo importante: la cláusula de salida de 10 millones de dólares y, sobre todo, el elevado salario anual que percibe en Argentina, uno de los más altos del torneo.
Según información publicada por Olé, el chileno dejó clara su postura: no está dispuesto a resignar el dinero que le resta cobrar en River. Frente a ese escenario, solo consideraría emigrar si otro club le ofrece un contrato del mismo nivel económico. Caso contrario, está dispuesto a permanecer en Núñez incluso sin continuidad.
Su aporte desde 2019 y el peso de sus números
Desde su llegada al club en 2019, el marcador central acumuló 214 partidos, en los que convirtió 13 goles y brindó 3 asistencias, además de sumar 7 títulos locales. A pesar de ese recorrido, su situación actual lo posiciona como una posible salida… siempre y cuando las condiciones económicas lo satisfagan.
