Los gobernadores se consolidaron como el eje central de la gobernabilidad durante la gestión de Javier Milei, en un contexto político marcado por la debilidad del peronismo y la fragmentación opositora. Así lo sostuvo el analista político Rosendo Fraga, quien aseguró que “la referencia de con quién negocia el gobierno no es el peronismo, son los gobernadores”.
En una entrevista con Radio Rivadavia, en el programa Modo Plager, Fraga explicó que el oficialismo logró sostener la gestión pese a contar con una minoría histórica en el Congreso. “La gran incógnita era cómo iba a gobernar Milei con una relación de fuerzas tan desfavorable, y esa pregunta ya está respondida”, señaló.
Gobernadores, el nuevo centro de poder
Según el especialista, la clave está en una transformación estructural del poder político en Argentina. Fraga describió este proceso como una “geopolítica provincial” que se fue profundizando y que desplazó al Área Metropolitana de Buenos Aires como centro decisorio.
Este cambio se apoya en dos factores centrales. La propiedad del suelo establecida en la reforma constitucional de 1994 y el peso igualitario de las provincias en el Senado. “Ahí se iguala el poder y las provincias toman conciencia de su capacidad de negociación”, remarcó.
En ese escenario, el peronismo aparece debilitado, sin liderazgo nacional claro y con dificultades para articular una estrategia unificada frente al Gobierno nacional.
Minoría parlamentaria y oposición fragmentada
Fraga destacó que el Ejecutivo se beneficia de una oposición desarticulada, lo que le permitió avanzar en su agenda pese a no contar con mayorías propias. “El oficialismo tiene enfrente una oposición dividida, y eso es una ventaja política concreta”, sostuvo.
En ese marco, anticipó que el Congreso aprobará el Presupuesto, lo que marcaría el primer año de la gestión Milei con una ley de gastos avalada por el Parlamento. “Eso es clave para ordenar la gestión”, afirmó.
El desafío económico, los dólares y la protesta social
En el plano económico, Fraga advirtió que el principal problema estructural sigue siendo la escasez de divisas. “Hace 50 años que todos los gobiernos tienen el mismo problema: no alcanzan los dólares”, señaló.
A su juicio, la no acumulación de reservas representa el principal talón de Aquiles del país. Y el desafío central que debe resolver la actual administración para garantizar estabilidad a largo plazo.
Finalmente, el analista subrayó como un dato político relevante la reducción de la conflictividad en las calles. “La gente dejó de protestar masivamente y eso es un éxito importante del Gobierno”, concluyó.
