La Guía Michelin confirmó su ingreso formal al universo vitivinícola con Uvas Michelin (Michelin Grapes), una distinción que comenzará a otorgarse en 2026 y que pondrá el foco en la excelencia sostenida, la identidad del terroir, la consistencia del proyecto y la visión de largo plazo. En ese contexto, Argentina aparece bien posicionada con bodegas que combinan historia, calidad y proyección internacional.
Bodega Federico Mena Saravia
Ubicada en los valles calchaquies sobre la Ruta Nacional 40, en el Alto Valle de Hualfín, Catamarca, la Bodega Mena Saravia ocupa un punto estratégico del corredor andino y se ha convertido en paso obligado para quienes viajan hacia Antofagasta de la Sierra, El Peñón y el Campo de Piedra Pómez, tres de los destinos más emblemáticos del turismo de altura en Catamarca.
El proyecto se apoya en viñedos centenarios y en una narrativa profundamente ligada a la historia familiar y al paisaje. Se destacan especialmente dos líneas: Viña Centenaria, expresión directa de parcelas históricas del valle, y la línea Familia, cuyos vinos llevan los nombres de los hijos de Federico Mena Saravia y de su mujer, Ana María Vallejo. Ambas concentran hoy el mayor reconocimiento del proyecto y lideran su presencia en mercados de exportación, un criterio relevante de cara a la futura distinción Uvas Michelin.
El trabajo enológico está a cargo del destacado José Luis Mounier, cuya trayectoria aporta equilibrio, lectura precisa del terroir y consistencia entre cosechas.
Catena Zapata
Referente histórico de la vitivinicultura argentina, Catena Zapata construyó su prestigio sobre la investigación científica, la viticultura de altura y una notable regularidad cualitativa. Su rol en la proyección internacional del Malbec y la coherencia del proyecto la posicionan como candidata natural a la nueva distinción. El equipo enológico es liderado por Alejandro Vigil, con Laura Catena al frente de la dirección estratégica y científica.
Bodega Monteviejo
En el corazón del Valle de Uco, Monteviejo consolidó un perfil propio basado en la elegancia, la potencia equilibrada y una lectura precisa del origen. Con viñedos propios y una identidad estilística definida, la bodega reúne atributos valorados por las grandes guías internacionales. El trabajo enológico está a cargo de José Mounier (hijo), representante de una nueva generación que combina precisión contemporánea y respeto por el terroir.
Bodega Colomé
Ícono de los Valles Calchaquíes, Colomé trabaja algunos de los viñedos más altos del mundo, donde la altitud extrema define frescura, tensión y singularidad. Historia, paisaje y vinos de identidad profunda posicionan al proyecto entre los más sólidos del norte argentino. El trabajo técnico está encabezado por Thibaut Delmotte, con un enfoque contemporáneo que privilegia la expresión del entorno.
Una nueva vara para el vino argentino
La llegada de Uvas Michelin introduce una mirada que trasciende la etiqueta y pone el acento en la coherencia del proyecto, la identidad del lugar y la consistencia en el tiempo. En ese marco, estas bodegas argentinas reúnen los atributos necesarios para figurar entre las primeras reconocidas cuando la nueva distinción comience a otorgarse.
