Un archivo de Javier Milei, previo a su llegada a la Presidencia, volvió a tomar relevancia en medio del derrumbe que enfrentan distintas fábricas del país. En aquel material, el entonces economista ya dejaba clara su mirada sobre la apertura de importaciones, sin reparos por el impacto que pudiera tener en los sectores productivos locales.
Según su postura, la industria nacional solo tiene dos alternativas ante la competencia extranjera: “competir o quebrar”.
“El que no es competitivo va a quebrar”
En el video que se viralizó, Milei ejemplifica la situación con una hipotética empresa textil ahogada por la llegada de productos importados:
“Suponete que yo tengo una empresa que produce textiles y me está lloviendo la importación de Pakistán. Entonces pido aranceles del 600% porque si no tengo que echar no a 200, sino a 600 familias. Cuando vos abrís la economía, el que no es competitivo va a quebrar”.
Para el mandatario, el cierre de fábricas es parte del proceso económico:
“Lo que vas a ver es que en ese sector se destruyeron 600 puestos de trabajo. Pero la persona que gastaba $700 en ese bien textil y ahora gasta $100, le va a sobrar $600 para otros sectores. Esto se llama la falacia de lo que no se ve”.
Años más tarde, ya como Presidente, reforzó la misma línea discursiva:
“Cuando uno abre la economía aparecen los parásitos prebendarios exigiendo que los argentinos paguen más caro bienes de peor calidad”.
??Milei y "La falacia de lo que no se ve" VS la realidad de la gente pic.twitter.com/VbrDCPmC6W
— C5N (@C5N) December 5, 2025
Crisis industrial y despidos que reavivan el debate
El archivo resurgió en un contexto crítico para la industria nacional, que atraviesa una ola de cierres, suspensiones y despidos tras la apertura comercial del gobierno.
En los últimos días, Whirlpool confirmó la desvinculación de trabajadores y anticipó que reemplazará parte de su producción con importaciones. En la Provincia de Buenos Aires, una fábrica de ascensores cerró sus puertas por falta de pago a su personal, que llevaba cuatro meses sin cobrar su salario.
Casos similares se repiten en distintos rubros, alimentando la preocupación sobre el futuro laboral de miles de familias que dependen de sectores incapaces de competir con productos extranjeros de bajo costo.
