El ingreso de Patricia Bullrich al Senado genera mucha tensión, principalmente en el sector de Victoria Villarruel. Más allá del peso específico de la exministra de Seguridad, la tirantez es visible. La flamante legisladora llegó a la Cámara alta con el objetivo de imponer la agenda de Casa Rosada, mientras que la vicepresidente defiende la casa que comanda desde diciembre del 2023.
El pasado viernes fue una muestra clara de las diferencias que hay entre ambas. El detonante fue el tortuoso ingreso que tuvieron los funcionarios del Gobierno, quienes querían presenciar la jura de los nuevo senadores. Entre los representantes de Casa de Gobierno estaban nada más ni nada menos que Karina Milei y el jefe de Gabinete, Manuel Adorni.
Lo que se sospechaba que no iba a ocasionar conflicto, terminó siendo bisagra en el primer cruce oficial entre Villarruel y Bullrich. Fuentes del Congreso sostuvieron que ni la secretaria de la Presidencia ni el jefe de Ministros estaban en la lista. Como consecuencia de ello, los encargados de la seguridad, no los dejaron ingresar. Finalmente, luego de forcejeos y discusiones, pudieron ingresar al Senado.
Desde el entorno de Victoria Villarruel aseguran que los nombres de los funcionarios no fueron enviados tiempo y forma. Como respuesta al accionar de la vicepresidente, Patricia Bullrich -al final de la sesión- se atrevió a acercase a la presidencia del recinto y le reprochó la falta de colaboración para que los miembros del Ejecutivo pudieran acceder al palco sin obstáculos.
Los regalos de la primera reunión, las primeras indirectas
Dos semanas antes del hecho antes desarrollado, Villarruel y Bullrich se juntaron en el despacho de la vicepresidente. En el cónclave, la exministra tenía como objetivo explicar cuáles eran sus metas a partir del 10 de diciembre, cuando comiencen las sesiones extraordinarias. En la previa, Bullrich anticipó que le iba a pedir que «no boicotee la agenda de Milei» en el Congreso.
Sin muchas repercusiones, tanto la titular de la Cámara alta como la senadora electa, se expresaron con diplomacia tras el encuentro. Lo cierto es que, días más tarde, se conoció que ambas se obsequiaron objetos. El periodista, Manuel Jove, reveló que el cruce de regalos fue provocativo. Por el lado de la vicepresidenta hubo un vino como presente, mientas que Bullrich le regaló una Constitución.
? Villarruel y Bullrich, duelo simbólico en plena interna:
— Resistencia Nacional (@ResistenciaNac_) November 21, 2025
? Ella recibió la Constitución como mensaje político.
? Y respondió con un vino, gesto que expuso la tensión detrás de la cortesía.
? Más que regalos, fue un choque de señales en la pulseada por el poder pic.twitter.com/TFTVicf40N
