Wanda Nara fue citada a declarar como testigo en la causa judicial que investiga a su exabogado Nicolás Payarola. Que fue acusado de una presunta estafa multimillonaria que superaría los tres millones de dólares y afectaría a más de una decena de clientes.
El look de Wanda Nara para declarar
Pasadas las 7:30 de la mañana, la empresaria llegó a la UFI de Benavidez junto a su actual pareja, Martín Migueles, y su abogado Diego Palombo. Fue vestida con una campera de cuero negra, cartera a tono y su clásica melena suelta. Wanda mantuvo un perfil bajo y evitó hacer declaraciones ante las cámaras de Desayuno Americano, que registraron cada uno de sus movimientos.
Sin embargo, la escena tuvo un giro inesperado: al arribar, la fiscalía todavía estaba cerrada. Lejos de retirarse, Wanda decidió esperar en la vereda. Entre mates, charlas breves y gestos de complicidad con su entorno más cercano, la conductora aguardó la apertura del edificio judicial, mientras los cronistas seguían atentos cada detalle.
En todo momento, optó por el silencio absoluto. No respondió preguntas ni realizó gestos hacia la prensa, y se limitó a conversar en voz baja con su abogado. Así, mantuvo la calma en un contexto cargado de expectativa mediática.
La declaración se enmarca en una causa de alto impacto que tiene como principal acusado a Payarola. El ex abogado fue denunciado por presuntas maniobras fraudulentas que habrían generado un perjuicio económico millonario. La empresaria fue convocada únicamente en calidad de testigo, y su testimonio resulta clave para reconstruir el vínculo profesional y los movimientos financieros investigados.
El caso mantiene en vilo al mundo del espectáculo y los negocios porque varios nombres conocidos aparecen vinculados a la causa. Por ahora, la mediática eligió resguardarse del ruido público, concentrarse en responder ante la Justicia y dejar que el proceso avance sin declaraciones altisonantes.
