Wanda Nara atravesó un viernes intenso y cargado de versiones cruzadas. En medio del revuelo mediático que se desató luego de que Claudia Ciardone asegurara haber recibido mensajes de Martín Migueles, muchos dieron por hecho que la conductora había tomado una decisión drástica y lo había echado de su casa en Punta del Este. Sin embargo, lejos de alimentar el escándalo, Wanda eligió responder con hechos concretos.
Qué hizo Wanda Nara tras el escándalo con Migueles
Cansada de las especulaciones, la empresaria y figura de Telefe utilizó sus redes sociales para mostrar cuál es hoy la realidad de su relación. A través de una foto publicada en Instagram, dejó en claro que el vínculo con Migueles no solo sigue en pie, sino que continúa con absoluta normalidad. En la imagen se los puede ver juntos, ya arriba de un avión, emprendiendo el regreso a la Argentina este sábado por la mañana.
De esta manera, Wanda desmintió de forma implícita las versiones que circulaban sobre una supuesta ruptura o un escándalo puertas adentro. Según lo que dejó ver, Migueles no solo permaneció con ella en Uruguay, sino que además la acompañó en el viaje de vuelta, un gesto que muchos interpretaron como una clara señal de respaldo mutuo.

El ruido mediático se había encendido luego de que Claudia Ciardone, ex Gran Hermano y expareja de Ricardo Fort, revelara en el programa de Yanina Latorre que Martín Migueles le había escrito recientemente. “Hace unos días me pidió disculpas a través de un conocido en común. Después me invitó a tomar un café, pero le dije que no”, contó en SQP (América), y agregó que incluso le dio un “consejo de tía” para que no vuelva a meterse en situaciones conflictivas.
Ciardone también se refirió directamente a Wanda y aseguró que no quiere quedar involucrada en un problema ajeno. “Si con Wanda está bien, por mí está buenísimo. Solo le aconsejo que esté atenta, para que no le pase lo que me pasó a mí”, lanzó, sin filtro. Además, expuso una frase que no pasó desapercibida: “Él me dijo que Wanda me odia. A Martín le gusta armar quilombo con las mujeres. Yo habré estado con él, como mucho, tres meses”.
