Yanina Latorre volvió a marcar agenda al tomar una postura firme en defensa de la moda circular y, en particular, de Wanda Nara, quien fue duramente cuestionada por vender ropa y accesorios de lujo de su guardarropa personal a precios millonarios. Lejos de esquivar la polémica, la conductora fue directa y dejó en claro que no ve ningún problema en la decisión de la mediática.
El debate se encendió luego de que Wanda pusiera a la venta dos piezas icónicas: una campera de cuero negra con la inscripción “Bad Bitch”, que usó en un evento de Martín Cirio, y una polera blanca de Balenciaga que lució en televisión. Las reacciones en redes sociales no tardaron en llegar: muchos usuarios criticaron los valores, otros sugirieron que debería donarlas y algunos calificaron la movida como exagerada.
Qué dijo Yanina Latorre sobre el negocio de Wanda Nara
Frente a ese escenario, la conductora de SQP fue tajante. “Si es millonaria y tiene plata, ¿por qué tendría que donar todo?”, lanzó al aire, cuestionando la mirada moralista detrás de las críticas. Además, remarcó que en el mundo del espectáculo internacional es habitual que las celebridades vendan ropa que ya usaron, incluso vestidos de gala y carteras de altísimo valor. “Afuera es lo más normal del mundo. Acá recién estamos entendiendo qué es la moda circular”, explicó.
En ese contexto, Latorre sorprendió al hacer una confesión personal: ella misma compra artículos de lujo de segunda mano. Según contó, suele adquirir carteras y zapatos de marcas premium como Chanel o Bottega Veneta, muchas veces en el exterior, a precios mucho más accesibles. “Te ahorrás una fortuna y están impecables”, aseguró.
Además, reveló que quien la introdujo en ese mundo fue Analía Franchín. “¿Sabés quién me enseñó a comprar usado? Analía Franchín, que es reviva”, contó. Según detalló, no se trata de comprar por impulso, sino de tener criterio: conocer las marcas, identificar piezas atemporales y entender cuáles conservan su valor con el tiempo.
Por último, Yanina relativizó otra de las críticas hacia Wanda: el llamado “valor simbólico” de las prendas. “Hay gente que paga por el objeto y hay gente que paga porque lo usó Wanda”, ironizó. Y cerró con una conclusión contundente: “Wanda tiene derecho a poner el precio que quiera. Después, cada uno decide si lo compra o no”.
