Desde que comenzó la pandemia, en febrero y marzo del 2020, miles de alumnos tuvieron que abandonar sus estudios, tanto en escuela como en terciario, por diversos motivos. La falta de conectividad a internet encabeza todas las listas aunque la poca concentración de los jóvenes más la dificultad que implica rendir en estas condiciones también fue un condicionante. Más allá de esto, Alberto Fernández deseó «llevar la universidad a la gente» a pesar del bache que hubo en el sistema educativo.
En la apertura de la segunda etapa del Programa Nacional de Infraestructura Universitaria, el mandatario remarcó que seguir «desarrollando infraestructura en universidades es la mejor inversión» porque «las sociedades más ricas son las que más conocen» y las que mejor capacitadas están para el futuro. Sin embargo, con más de un millón de chicos y chicas fuera del sistema educativo en los últimos dos años, esto parece difícil de alcanzar.
Sumado a esto, el mandatario señaló que «tenemos universidades reconocidas en el mundo» y que «este es el camino correcto para lograr nuestro cometido». En este sentido, explicó que «lo que estamos haciendo es dar un paso adelante más allá de no tener presupuesto tenemos decisión política. Nos dejaron sin presupuesto pero no sin decisiones de que las universidades sigan creciendo».
Sin embargo, las universidades o escuelas del país si no tienen alumnos no cumplen con el cometido que tanto anhela el mandatario. En un informe elaborado por Unicef, se dio a conocer que el 91% de las familias argentinas indicó que sus hijos tuvieron clases presenciales en 2021 mientras que el 9 % restante, que equivale a un millón de alumnos, no regresó a las aulas.
A esto debemos sumar los que no han sido encuestados o decidieron no responder a la muestra del organismo. De esta manera, la deserción escolar volvió a ser un tema central en Argentina por los problemas que presentó en pandemia. La idea de parte del Gobierno nacional es llevar adelante un plan de reinserción escolar para quienes han dejado sus estudios aunque no definieron cual será su estrategia.
El mismo irá tanto para universidades como para escuelas primarias y secundarias, donde se registró una fuerte caída de alumnos durante 2020. Más allá de esto, Alberto Fernández continúa invirtiendo en infraestructura para educación a pesar de no tener dinero en el Banco Central de la República Argentina y casi un millón de alumnos menos en sus aulas.