El Gobierno de Alberto Fernández planea un impuesto a la vivienda ociosa para buscar una solución más al déficit habitacional de la Argentina. El objetivo es que los propietarios que tengan casas sin alquilar paguen un tributo, el cual será destinado al Estado nacional para fondear otras políticas públicas ¿Es factible la medida?, ¿Se utilizó en otros países?
Claudio Vodanovich, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, manifestó en una entrevista para C5N: «Hay que comprender que puede haber viviendas vacías o desocupadas por distintos motivos. Primero, porque pueden estar en construcción, hay algunas que utiliza la gente temporalmente por cuestiones de turismo, pero que no son ociosas, sino que son viviendas vacías, además, las que están a la venta no son ociosas».
«El problema principal es la inflación el hecho de permitir solo actualizar una vez por año significa que el propietario que va cobrando esa renta pierde mes a mes. Todo lo que es costo hay que llevarlo a precios. No hay un incentivo para que inviertan en ladrillos», sentenció Vodanovich describiendo la problemática de los alquileres en Argentina.
Según un proyecto presentado por la Cámara de Diputados la definición parece ser más clara: «Entiéndase por vivienda ociosa a aquel inmueble que se encuentra deshabitado en forma permanente y sin causa justificada por el plazo de un año». Supuestamente el objetivo de la ley es «contribuir a garantizar el pleno ejercicio del derecho a la vivienda digna de los habitantes de la provincia de Buenos Aires y dar pleno cumplimiento al principio de la función social de la propiedad».
¿La medida se utiliza en otros países?
En Francia se utiliza el impuesto a las viviendas ociosas desde 1999 y han tenido buenos resultados. Hubo una disminución del 13%, por lo tanto, la medida incentivó a la reactivación del mercado inmobiliario. En el primer año, unas 180.000 viviendas pagaron el impuesto y en 2007 ese número bajó a 96.000 casas. En Reino Unido también hay una política similar y han logrado que en 15 años se reincorporaran un 30% de viviendas vacías.
En Dinamarca también se implementa un sistema similar solo que los propietarios deben declarar ante su municipio cada 6 semanas la situación de sus propiedades para evitar que el Gobierno las declare como inmuebles vacíos y sin utilizar. En Alemania, la política es más agresiva y pueden llegar a demoler aquellas casas que no se utilizan o no pueden ser alquiladas.
En el caso de Uruguay estableció en 2018 un método judicial sobre los inmuebles urbanos vacíos y degradados. Aquellas viviendas que están deshabitadas al menos por 2 años, degradadas y ubicados en zonas urbanas son motivo de ser castigados con un impuesto. Por lo tanto, la medida en Argentina no parece ser alocada y sería fácil para el Estado comprobar la habitabilidad de una vivienda con el consumo eléctrico, es decir, si es ínfimo significa que no hubo nadie viviendo allí.