Ya van cinco días de tensión entre Rusia y Ucrania por el avance de las tropas de Vladimir Putin. Alrededor de todo el mundo se realizaron manifestaciones y repudio hacia el ataque militar de parte del ejército ruso mientras que Argentina en un principio decidió no dar una postura firme al respecto y luego el Gobierno se mostró en contra del ataque sobre tierra ucranianas, sin dar nombres propios al respecto.
Luego de esto, Alberto Fernández salió a decir que estaba en contra del avance militar ruso pero decidió abstenerse de votar cuando en la Organización de Estados Americanos (OEA) tratar el tema de condenar las acciones de Putin. Ahora el canciller Santiago Cafiero anunció que enviará ayuda a quienes emigren de Ucrania en el marco de un trabajo articulado entre cancillerías de varios países latinoamericanos según informó Télam.
Una misión de Cascos Blancos, junto a una delegación de voluntariado civil estatal argentino, partirán rumbo a la frontera entre Ucrania y Polonia para brindar ayuda humanitaria necesaria para garantizar la salida de los argentinos, así como también de quienes vivan allí y su nacionalidad esté dentro de los países que conforman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) del territorio ucraniano. Cabe mencionar que el presidente de la comunidad mencionada es Alberto Fernández.
El despliegue de la misión fue ordenado por Santiago Cafiero, ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación, quien se reunió este lunes con el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, en Ginebra. Allí dialogaron sobre este caso y acordaron articular entre las partes el trabajo de los Cacos Blancos en la frontera entre Polonia y Ucrania.
Argentina endureció su postura ante Rusia
En un principio el Gobierno de Alberto Fernández trató de ser discreto sobre el avance ruso en Ucrania y a la hora de referirse al tema no mencionaban las palabras invasión, Rusia, Vladimir Putin, Guerra y ataque. Sin embargo, con el correr de los días la postura se fue endureciendo cada vez más hasta que el propio Cafiero decidió mostrarse más firme ante la ONU.
«Lo que no es legítimo es recurrir al uso de la fuerza y violar la integridad territorial de otro Estado como forma de resolver un conflicto. Las guerras preventivas son condenables porque no son lícitas. Para discutir está la diplomacia. Es imperioso detener la guerra ya mismo para que los seres humanos no deban ocuparse de enterrar a sus muertos. Sin paz será cada vez más difícil ampliar día a día el despliegue íntegro de los derechos humanos y la justicia social», expuso el funcionario que horas después anunció la ayuda humanitaria.
