El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, confirmó este domingo que las fuerzas de Rusia destruyeron el aeropuerto internacional de Vinnytsia, en el centro del país. De acuerdo a la información oficial de Kiev, el edificio fue alcanzado por misiles rusos y enciende las alarmas al tratarse de un ataque a una región que, hasta el momento, estaba lejos de las zonas de hostilidades.
“El aeropuerto está destruido”, declaro el mandatario ucraniano esta mañana. Según expresó, el ejército de Vladimir Putin atacó con aeronaves la región y, al menos, “ocho misiles” impactaron sobre la instalación y otros puntos de la ciudad donde, hasta antes de la invasión rusa, vivían unas 360.000 personas.
“Ocho misiles (lanzados) contra nuestra ciudad, contra nuestra pacífica y buena Vinnytsia, que nunca ha amenazado a Rusia. De ninguna manera. Ataque con misiles. Cruel, cínico”, lamentó el mandatario. Asimismo, insistió en el pedido a otras naciones de “cerrar el cielo” ucraniano para evitar el ingreso de “misiles rusos, para los aviones, para todos estos terroristas”.
“Hagan una zona aérea humanitaria sin misiles, sin bombas”, volvió a pedir a los aliados de la OTAN que, hasta el momento, no intervienen directamente en el conflicto bélico. ”Somos personas y es su deber humanitario proteger a las personas y pueden hacerlo. Si no hacen esto, dennos aviones para que podamos defendernos”, concluyó Zelenski.
La amenaza sobre Odesa
Este ataque se da en medio de la amenaza latente de un inminente ataque de Moscú a la ciudad de Odesa, un enclave portuario a orillas del mar Negro y punto estratégico en Ucrania. “Se están preparando para bombardear Odesa. ¡Odesa! Los rusos siempre han venido a Odesa. Siempre han sentido solo calidez en Odesa, solo sinceridad”, expresó Zelenski, y agregó que una embestida sería “un crimen de guerra, un crimen histórico”.
Durante los últimos días Rusia profundizó los ataques contra objetivos civiles de las urbes más importantes de su país vecino. Entre el listado de puntos de ataque están las zonas de Kiev (norte) Járkov (este), Mariúpol (sureste), Mykolaiv (sur), Chernígov (norte) y Odesa, todas estratégicamente importantes para Moscú. “El plan del enemigo es tomar ciudades clave, desangrar a las Fuerzas Armadas, crear una situación de catástrofe humanitaria para la población civil”, advirtió Kiev.
