La Fiscalía de Alemania abrió una investigación por posibles crímenes de guerra cometidos por las fuerzas rusas desde el inició de la invasión a Ucrania, hace 13 días. La investigación busca «recabar y asegurar todas las pruebas» de cara a eventuales procesos, aseguró este martes el ministro de Justicia, Marco Buschmann.
«Las eventuales violaciones del derecho penal internacional deben ser perseguidas consecuentemente», agregó Buschmann. El funcionario precisó que los ministros europeos de Justicia habían dialogado sobre los procedimientos para documentar posibles crímenes de guerra cometidos en Ucrania, informó Télam.
La investigación, denominada «estructural», de la fiscalía federal alemana tiene por objetivo reunir documentos y testimonios de cualquier abuso cometido. La Corte Penal Internacional (CPI) también está investigando desde la semana pasada unas acusaciones de crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Rusia inició su invasión de Ucrania el 24 de febrero y desde entonces libra una guerra en todo el territorio, bombardeando ciudades. Más de dos millones de personas han huido del país, según la ONU. Cientos civiles han muerto y algunos testimonios dan cuenta del uso de bombas de racimo y de ataques contra zonas residenciales e infraestructuras civiles.
Las bombas de racimo se componen de un contenedor, como un obús, que contiene proyectiles explosivos de menor tamaño, llamados «submuniciones». Suelen alcanzar a población civil. Su uso fue prohibido por la Convención de Oslo de 2008, un documento no rubricado por Moscú.
En los últimos años, Alemania ha empezado a investigar supuestos crímenes de guerra y de lesa humanidad perpetrados en conflictos en el extranjero, como en Siria. Para ello, aplica el principio de la «justicia universal», que le permite juzgar determinados delitos, sin importar dónde se hayan podido cometer.