Rusia podría nacionalizar las fábricas de propiedad extranjera que cierren sus operaciones en el país por la «operación militar especial», según el Kremlin, en Ucrania. En los últimos días, numerosas compañías anunciaron el cierre temporal de sus plantas en territorio ruso. Esta respuesta es ante el avance de sanciones de occidentes que golpean la economía local.
Toyota, Nike y el fabricante de muebles, IKEA, decidieron cesar sus actividad en Rusia, buscando presionar al Kremlin con que detenga su invasión en Ucrania. En una declaración publicada en el sitio web de Rusia Unida, el secretario del consejo general del partido gobernante, Andrei Turchak, dijo que el cierre de estas actividades era una «guerra» contra los ciudadanos de Rusia.
El comunicado mencionaba a las empresas alimentarias privadas finlandesas Fazer, Valio y Paulig como las últimas en anunciar cierres en Moscú. «Rusia Unida propone nacionalizar las plantas de producción de las empresas que anuncien su salida y el cierre de la producción en Rusia durante la operación especial en Ucrania», dijo Turchak.
«Es una medida extrema, pero no toleraremos que nos apuñalen por la espalda y protegeremos a nuestro pueblo. Esta es una verdadera guerra, no contra Rusia en su conjunto, sino contra nuestros ciudadanos», expresó. «Tomaremos duras medidas de represalia, actuando de acuerdo con las leyes de la guerra», agregó.
Fazer y Valio no quisieron hacer comentarios cuando fueron contactados por Reuters. Paulig tampoco no respondió. Fazer, que fabrica chocolate, pan y bollería, tiene tres panaderías en San Petersburgo y una en Moscú y emplea a unas 2.300 personas.
Valio tiene una fábrica de queso y emplea a 400 personas en Rusia . Por su parte, Paulig tiene una tostadora de café y da trabajo a 200 personas en el país. La semana pasada, Finlandia, que no es miembro de la OTAN y comparte frontera con Rusia, acordó reforzar los lazos de seguridad con Estados Unidos mientras observa con nerviosismo la invasión rusa de Ucrania.