La invasión de Rusia a Ucrania puede dar un giro impensado en la otra parte del mundo, precisamente en Venezuela. Esto se debe a las sanciones que atraviesa Vladimir Putin y su país. En este caso el problema es por el petróleo que propina al mundo, especialmente a Estados Unidos. Desde la Casa Blanca anunciaron que no le comprarán más y que hubo acercamientos con Nicolás Maduro.
En Caracas se frotan las manos por las sanciones que le impusieron a Rusia luego de su ataque a Ucrania. El Gobierno de Joe Biden anunció que no comprará más petróleo a Moscú. Tras la decisión tuvo que moverse rápidamente para suplantar el crudo que tan necesario es para el mundo y más aún para Estados Unidos. Por eso le fueron a golpear la puerta a Nicolás Maduro.
El Presidente venezolano, según Télam, afirmó: «Estamos preparados, lo vengo diciendo desde hace meses. Venezuela está preparada una vez recuperada Pdvsa (Petróleos de Venezuela S.A) a nivel básico, estamos preparados para crecer uno, dos, tres millones de barriles diarios si hiciera falta para la estabilidad del mundo«. Claro, el mandatario es consciente de que es único el momento en posicionar a su país como uno de los principales comerciantes de petróleo.
Además, Maduro sabe que es una oportunidad para tener a Estados Unidos a su merced. Desde la Casa Blanca confirmaron que hubo un acercamiento con el Gobierno venezolano para iniciar negociaciones de compra. «El propósito del viaje que realizaron los funcionarios de la administración fue discutir una variedad de temas que incluyen ciertamente energía, seguridad energética«, comunicaron desde Washington.
Hace varios años que la relación entre Venezuela y Estados Unidos es totalmente tirante. Los problemas se profundizaron con la gestión de Donald Trump. El expresidente estadounidense cortó relaciones con Caracas luego de no reconocer a Maduro como Presidente legítimo. Es por eso que las relaciones diplomáticas terminaron de romperse en 2019. Ahora, en el marco de una guerra, se quiere recuperar la «amistad» por el petróleo.
