Mientras Occidente denuncia el desembarco en Ucrania de mercenarios de Medio Oriente en apoyo de Rusia, las planas de algunos medios internacionales comienzan a hablar del rol de los grupos armados neonazis en algunas regiones ucranianas. Si bien el más numeroso es el Batallón Azov, también cobran protagonismo el Batallón Donbás, el ‘Pravy Sektor’, y el grupo paramilitar Aydar. Quiénes son sectores que podrían profundizar la violencia que vive el este de Europa.
Estos y otros tantos grupos de choque ucraninos, robustecen hoy la contraofensiva a la invasión rusa en distintos puntos del país. Todos ellos comparten una serie de puntos centrales: son antisemitas, homofóbicos, misóginos, supremacistas blancos, neonazis y, fundamentalmente, antirusos. Si bien la historia de este sector data desde la Segunda Guerra Mundial, la rebelión del Euromaidán en 2013 que impulsaron la salida de Kiev del entonces presidente Viktor Yanucóvich, un hombre pro Moscú, precisó Télam.
Mientras decenas de manifestantes reclamaban en la capital de manera pacífica, en las sombras crecía el armado de grupos ultra violentos de extrema derecha amparados en el nacionalismo que, con el tiempo, cobraron organización militar y experiencia de combate. Tras la Guerra del Donbás en 2014, a partir de la que el Estado de Ucrania, Kiev delegó en estos grupos de choque la misión de frenar la avanzada de las ideas independentistas que coparon el este ucraniano.
La extrema derecha en Ucrania
Desde ese momento, Kiev los apoyó de forma implícita o explícita. “La revolución de Ucrania ha engendrado un monstruo que se pondrá en su contra”, advirtió Paul Moreira, documentalista francés y especialista en el tema. El origen del antisemitismo en Ucrania tiene raíces de al menos un siglo en la constitución de su Partido Nacional Socialista en 1991, que en 2004 cambia de emblema y de nombre a Svoboda (en español “Libertad”).
Estos grupos reivindican a Stepan Bandera, uno de los primeros nacionalistas ucranianos de extrema derecha que en 1941 proclamo la independencia de su país y se unió al nazismo suponiendo que estos lo acompañarían en su lucha contra Rusia.
El idioma, la religión, la economía, las pasiones y rencores masivos de pueblos que han sufrido masacre y tortura son algunas de las causas que mantienen vigentes a los paramilitares neonazis. Esta proliferación en su territorio de milicias nacionales, guerrillas, grupos paramilitares o directamente militares (tras ser blanqueados por el gobierno) explica una resistencia por parte de Ucrania algo mayor a lo esperado.
El avance de los neonazis
Estos grupos de extrema derecha se entrenan y crecen en combate, absorben, aprehenden táctica y estrategia desde hace casi una década y hoy nutren a la defensa de Kiev con respetable efectividad. A pesar de esta avanzada, el neonazismo en Ucrania no es dominante ni gobierna.
El partido político de extrema derecha Svoboda obtuvo en 2019 apenas el 2,5% de los sufragios. Sin embargo, cuando a fines del año pasado la votó una resolución impulsada por Rusia contra la “glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que promuevan el racismo, la xenofobia y la intolerancia” sólo dos países votaron en contra de la moción: Estados Unidos y Ucrania.
Ante este escenario, expertos subrayan que no sería de extrañar que estas fuerzas neonazis empoderadas aspiren pronto a un mayor protagonismo, y se conviertan en un problema más para la propia Europa y Estados Unidos que impulsaron el envío de armamento al este europeo.