El pasado jueves en la Cámara de Diputados se trató el acuerdo del gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Miles de manifestantes llegaron a la puerta del Congreso de la Nación para repudiar este acuerdo y en medio del conflicto con la policía arrojaron piedras contra el edificio. A consecuencia de esto, rompieron los vidrios del despacho de Cristina Fernández de Kirchner.
Sin embargo, para el ministro de Seguridad de la nación, Aníbal Fernández, no es casual el ataque sino que hubo una organización previa. «Insisto que fue un ataque preparado y deliberado a la oficina de Cristina. Hay manchas rojas en las paredes que demuestran cual era el despacho», aseguró el dirigente en C5N que profundizó en su análisis.
«Vi 500 filmaciones, hay una gran cantidad que tira a cualquier lugar y un grupito que tira hacia ahí», completó el ministro. Sumado a esto, cuestionó las medidas de seguridad de parte del Congreso y de la policía de la Ciudad de Buenos Aires porque dejaron al descubierto lo que podría haber sido un ataque mayor contra la sede donde se votó el acuerdo.
«Si hubiese sido por mí hubiera habido un vallado para tener las cosas ordenadas. La vocación que teníamos era desarmarlo lo antes posible, con rigor pero sin represión«, explicó el funcionario. De esta manera, entre denuncias y críticas contextualizó lo que fue la votación sobre el Fondo sin dejar de lado la importancia de haber obtenido media sanción.
Sobre el entendimiento con el organismo, Fernández resaltó la importancia de haber logrado media sanción porque «si no pago no tengo un centavo más de nadie, todos me cierran las canillas. Así, nos declararía el default el Club de Paris y se produce un daño terrible al pueblo si avanzamos por ahí», concluyó el dirigente. A partir del próximo lunes será tratado en la Cámara de Senadores.