Los seis detenidos por el ataque grupal en el barrio de Palermo, en Ciudad de Buenos Aires, fueron procesados con prisión preventiva por el juez Marcos Fernández. El magistrado los imputó por el delito de corrupción física, agravada “por haber sido cometida con acceso carnal y con la intervención de dos o más personas”. Los acusados podrían recibir una condena de hasta 15 años de prisión.
La medida recayó sobre los seis en calidad de “coautores”, si bien dos no habrían participado del ataque al oficiar de “campana”. Acorde a NA, todos podrían ser condenados con esa pena, ya que el juicio avanza desde una perspectiva integral y de género. El juez de la causa interpretó el caso que conmocionó a Ciudad de Buenos Aires y al país como “un supuesto de violencia contra la mujer”.
Avance de la causa
«No puede soslayarse que sucesos como los aquí ventilados y analizados, se encuentran alcanzados por las previsiones de la Convención de Belén do Pará. Por lo tanto, los mismos deben ser enmarcados como un supuesto de violencia contra la mujer», sentencia la resolución de 89 páginas. Además, se tuvo en cuenta el “estado de vulnerabilidad” de la joven, al no poder dar consentimiento o expresar su rechazo por no estar sobria. Varios testigos la vieron fuera del boliche en un estado de confusión.
No obstante, Fernández descartó, por el momento, la posibilidad de que los acusados hayan administrado alguna droga en la joven. “Al menos en este estadio no se han allegado elementos de juicio ni indicios suficientes como para robustecer la idea de que aquellos hubieran provocado el estado de inconciencia de la víctima, ya sea por medios violentos o engañosos que la indujeran a presentar el cuadro de vulnerabilidad que la afectó”.
La víctima reconoció “haber consumido alcohol y marihuana”. A su vez, los estudios de laboratorio mostraron “resultado positivo para marihuana, anfetamina, y éxtasis”. Natalia Duarte, la testigo que la ayudó y quien luego los detenidos intimidaron, detalló que la mujer “se tambaleaba, no podía discernir que lo suyo era ayuda y no ataque”. Sin embargo, no se descartó que su rechazo haya sido por el estado de shock.
¿Qué dijeron los atacantes de Ciudad de Buenos Aires?
Thomas Fabián Domínguez, uno de los detenidos, pidió ampliar su declaración indagatoria. En una carta que se difundió por las redes, Domínguez declaró ser inocente, y calificó el suceso como “un hecho que a pesar de su relevancia y significación, es una experiencia más entre tantas otras en mi vida”. También alegó estar “indignado, frustrado, lleno de cuestionamientos por lejos y sin ápice de arrepentimiento”.
Franco Lykan también dijo ser inocente. Pese a que los testigos lo ubican dentro del auto, el acusado mencionó que estaba dormido durante el crimen. Cuando Rosende le preguntó sobre su rol en el ataque, el detenido dijo que “entró solo al asiento de atrás, se acostó, cerró los ojos y se despertó con todo ese problemón, esa situación. No tiene registro del ingreso de alguna otra persona, estaba inconsciente”.