El pasado lunes volvieron las clases presenciales en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y miles de estudiantes ingresaron nuevamente a las aulas. Sin embargo, no fueron los únicos puesto que el presidente, Alberto Fernández, también regresó a la presencialidad en la cátedra de Teoría del Delito de la Facultad de Derecho. Esto fue compartido por el mandatario en sus redes sociales.
Con una imagen muy amistosa al frente del aula ante la atenta mirada de los estudiantes, el jefe de Estado expresó su alegría en su cuenta de Instagram aunque no contó con un detalle: en la foto se lo ve incumpliendo el protocolo Covid-19 de vuelta a clases. Esto llamó la atención de los usuarios de la red social que en los comentarios le dejaron varios mensajes al docente.
«Esta mañana volví a dar clases presenciales en la Facultad de Derecho de la UBA. Hicimos mucho para que llegara el momento de reencontrarnos en el aula. Feliz de que por fin dejemos de vernos a través de una pantalla. Les deseo un buen año académico», escribió Alberto Fernández junto a una imagen en la que se lo ve sentado arriba de un escritorio roto. Esto también llamó la atención porque parece que está dañando las instalaciones del aula.
A pesar de esto, el reclamo mayor está en que el funcionario está al frente del aula sin barbijo mientras que los alumnos utilizan tapabocas. Sumado a esto, el espacio solamente tiene una ventana abierta y el ventilador está apagado, por lo que la recomendación de circulación de aire también quedó chica. Estos dos puntos más el distanciamiento entre las personas aparecen prohibidos por el protocolo de la entidad.
¿Qué dice el protocolo de la UBA?
En su protocolo para la vuelta a las clases presenciales, la UBA detalla que «todo el personal debe concurrir con protección buco nasal/máscara facial, de lo contrario no se permitirá su ingreso y debe utilizarlo en forma continua dentro del edificio«. Esto no está siendo cumplido por el mandatario que no dejó de ejercer la docencia desde que es presidente.
A su vez, se pide «mantener una adecuada ventilación diaria y recurrente de todos los espacios de trabajo». Además, se exige «asegurar el correcto funcionamiento de sistemas de ventilación/extracción y redistribuir las áreas de trabajo de forma tal que se cumpla el distanciamiento entre las personas». De esta manera, el presidente incumple con las medidas, tal y como sucedió con la reunión en Olivos en época de aislamiento.
