El magistrado Alexandre de Moraes, de la Corte Suprema de Brasil, ordenó el bloqueo de la app Telegram en todo el territorio. La decisión que se tomó este viernes fue a raíz de que la empresa se negara a colaborar con procesos de investigación. Una de las causas está vinculada al presidente Jair Bolsonaro, a quien se lo acusa de difundir discursos de odio y noticias falsas.
La orden se dictó como medida cautelar y podría ser concretada en los próximos días. El bloguero y activista bolsonarista Allan dos Santos, quien está prófugo en Estados Unidos con pedido de extradición, es uno de los implicados en el proceso judicial. Es investigado por amenazar a miembros de la Justicia brasileña y por comandar una milicia digital.
Al no cumplir la empresa con las citaciones, el juez resolvió dictar la medida. “La aplicación Telegram es notoriamente conocida por su postura de no cooperar con autoridades judiciales y policiales de diversos países”, declaró de Moraes. Asimismo, comunicó que su actitud favorece al “terreno libre para la proliferación de diversos contenidos, incluso con repercusiones en el área criminal».
Alexandre de Moraes dio a Wilson Diniz Wellisch, jefe del regulador de telecomunicaciones Anatel, 24 horas para aplicar la suspensión. Esta se mantendrá en Brasil hasta que Telegram cumpla con las órdenes judiciales pendientes, pague una serie de multas y presente un representante en el país ante el tribunal. También ordenó a Apple y Google bloquear los accesos a la app.
Discursos de odio en Brasil y en el mundo
Jair Bolsonaro y sus partidarios han migrado en masa a Telegram en los últimos meses. La elección se tomó ya que, al contrario de esta plataforma, la empresa Meta, propietaria de la aplicación de mensajería WhatsApp, Google y Twitter, ha sido obligada por el Tribunal Supremo a dar de baja cuentas infractoras por presunta difusión de desinformación. A su vez, tienen mayor control sobre las fake news y los contenidos que se difunden, ya que pueden ser denunciados más fácilmente por los usuarios.
La extrema derecha en el mundo también elige Telegram como medio de comunicación principal. El Gobierno de Olaf Scholz, en Alemania, debatió cerrar la plataforma en enero, ante el ascenso de los discursos de odio. Al igual que lo que reclama el magistrado brasileño, Telegram no sancionó dichas declaraciones ni cooperó con la policía para identificar a los atacantes. La mayoría son de ideología neonazi y/o antivacunas.
«Como consecuencia de que las grandes plataformas ya no permiten contenidos de odio racista, antisemitismo o de la extrema derecha, como la negación del Holocausto, quienes los difunden buscan nuevas herramientas. Y, actualmente, la más popular en Alemania es Telegram», remarcó Simone Rafael, responsable digital en la Fundación para la lucha contra el racismo “Amadeu Antonio”.
