El cosecretario de la CGT, Pablo Moyano, volvió a amenazar al Gobierno Nacional. Esta vez se trató del acuerdo con el Fondo Monetario Nacional, el cual el gremialista celebró pero advirtió que «si hay ajuste salimos a la calle«. La tensión de la relación entre el sindicalista y el oficialismo viene en aumento desde que amenazó con «reventar Plaza de Mayo«.
Según NA, el secretario adjunto del gremio de Camioneros se expresó con respecto al entendimiento al que llegó Martín Guzmán y a su posterior aprobación en el Congreso. En ese sentido, manifestó «a nadie le gusta acordar con el FMI porque sabemos que son chupasangres en todos los lugares del mundo, pero era la única solución».
A su vez, recordó la visita del Ministro de Economía a la CGT e hizo alusión a que «la tranquilidad que nos transmitió y las varias charlas que hemos tenido con el Presidente nos dieron la tranquilidad de que no va a haber reforma laboral, que no va a haber ajuste, no va a haber reforma previsional». No obstante, destacó que «si hay reformas saldremos a la calle«.
No se trata de la primera amenaza explícita que Pablo Moyano apunta hacia el Gobierno que encabeza Alberto Fernández. Incluso, ante la posibilidad que las ART no empiecen a cubrir el pago de los días en los que los camioneros no trabajaran por contagios de Covid-19, la apuesta fue mucho más alta. Es que el gremialista dijo «reventaremos Plaza de Mayo».
En ese sentido, Moyano remarcaba que «los trabajadores no se agarraron el Covid en un viaje al interior de funcionarios, se lo agarraron laburando». Por lo que le pidió al mandatario nacional que «revea la situación y sino el jueves que viene reventamos Plaza de Mayo hasta que le devuelvan el último centavo a los trabajadores». Los dichos los realizó en la puerta del Ministerio de Salud.
La grieta de Todos
Con respecto a las fuertes divisiones que trajo el acuerdo con el FMI en el interior del Frente de Todos, Pablo Moyano remarcó que si bien existen diferencias, «eso no significa que se va a romper la coalición». A su vez aseguró que «no nos vamos a dividir«. Es que para él, la crisis se terminará cuando «se calmen las aguas de lo que pasó con el FMI».