José Abadi, médico psiquiatra, manifestó que la pandemia y las restricciones de los últimos dos años afectaron emocionalmente a los niños. Por un lado, la soledad y la angustia fueron dos sintomatologías muy presentes debido a la cuarentena y la poca comunicación con los amigos y docentes más las constantes noticias negativas del coronavirus que se repetían en los medios de comunicación.
«El coronavirus fue muy delicado para toda la formación de los chicos, porque no viven solos, sino con sus familias. Hubo una angustia familiar que se traducía en la manera en que los padres se comunicaban con sus hijos, en lo que podían decirles, en lo que sabían para decirles y la manera en que podían procesar su propia angustia», sentenció Abadi en La Nación+.
«Los chicos se han sentido solos no supieron por qué no podían ir más a aquel lugar donde se encontraban con los suyos, perdieron parte de la socialización; la docente que les impartía información y formación, hubo miedo a no encontrar al otro y noticias en las que escuchaban la palabra muerte constantemente», indicó el especialista.
«¿Vos sabes cómo define un chico lo que es la muerte? Que se mueran todos y me quede solo», señaló el psiquiatra con Matricula Nacional 44946. Esto es totalmente cierto, ya que, según un informe científico publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumentó un 25%.
«La resignación es un síntoma importante en las consultas o en las situaciones sociales. Hay mucha gente que dice: no hay nada más que hacer. Eso que genera depresión y enfermedad. Eso saca la esperanza, por eso tenemos que relacionarnos con los demás», dijo Abadi y agregó: «La pandemia parece ser como si el mundo fuera un espacio en el cual uno está permanentemente atacado».