El Gobierno nacional oficializó la suba de retenciones a la harina y el aceite de soja. Además se dispuso de la creación del Fondo Estabilizador de Trigo. Las medidas que provinieron de la Casa Rosada son, supuestamente, para frenar el aumento de los precios impulsada por el conflicto en Ucrania. Ante la decisión, el campo puso su grito en el cielo. Sin embargo, Eduardo Buzzi, ex Presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), apoyó la medida.
«Este 2% no es un clima de la (Resolución) 125. No es un manotazo confiscatorio de todos los rubros a todos los productores. Pero cuando se necesitan recursos, hay todo un debate de dónde salen los recursos. Está bien que le saquen el 2% a las aceiteras. Es un manotazo justificado», indicó Buzzi, según Télam. Cabe señalar que el exdirigente de la FAA fue uno de los que más resistió a la Resolución 125 en 2008.
En posición contraria a la que había tomado cuando la administración de Cristina Kirchner quería subir las retenciones móviles, Buzzi no vio de forma negativa las nuevas medidas: «Ahora, en una situación crítica, lo que se hace es poner en la misma proporción el poroto de soja con los derivados. Son US$ 400 millones de rentabilidad de un puñado de empresas», añadió.
La banca a la decisión estatal la hizo porque compartió la idea de que la gran rentabilidad se la quedan las empresas y no el productor: «Durante más de 30 años, desde los ’90, las aceiteras multinacionales, hacen los verdaderos negocios de la harina y el aceite de soja«, aseveró. Por este mismo tema, confesó que él siente que «no hay clima de protesta«.
Cabe señalar que a través del decreto 131/2022, el Gobierno oficializó la suba de las retenciones en los productos derivados de la soja. De acuerdo al texto, se suspendió “hasta el 31 de diciembre” el decreto 790 del 2020 en el que se reducía las alícuotas de exportación de harina y aceite de soja. Por lo tanto, el 31% que regía hasta ayer volvió a escalar al 33%. En concreto, se aumentó dos puntos.