El presidente Alberto Fernández dio una entrevista exclusiva para hablar sobre diferentes temáticas que atraviesan su Gobierno. El actual contexto, la grieta interna y su rol como primer mandatario fueron los principales capítulos de la extensa entrevista que mantuvo con Roberto Navarro. Lo que llamó la atención, y que tuvo repercusión, fue su respuesta autodefensiva a quienes lo acusan de “moderado” y “títere”.
En la entrevista con El Destape Radio, Alberto Fernández atajó las acusaciones y hasta le agregó épica a su defensa. «La épica de las derrotas es la revolución. ¿Qué hubiera pasado si caíamos en default? No era un moderado, era un revolucionario, pero perjudicaba a 45 millones de argentinos», explicó, y agregó: «Yo he dado todas las peleas que he tenido que dar. No lo haré a los gritos. Eso no es ser moderado».
Sus principales argumentos
Insistiendo con su supuesta falta de tibieza, recordó la vez que fue a visitar al expresidente de Brasil, Lula da Silva, cuando fue encarcelado por presuntos casos de corrupción. «¿Es moderado que un Presidente en campaña se suba a un avión a ver preso a Lula da Silva y antes de eso lo viera al Papa Francisco y le pida que hable por Lula?», preguntó. También mencionó su alianza con Evo Morales.
También atribuyó dichas acusaciones a su tono de voz y a sentarse a discutir sin gritar. Pese a que los opositores lo critican por ser “tibio” en cuestiones más profundas, como su falta de condena firme a Rusia por invadir Ucrania o las abstenciones para declarar a Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, como dictador, el presidente viró el motivo a otro sentido.
¿Por qué Alberto Fernández insistió con su falta de tibieza?
La insistencia de Alberto Fernández para decir que no es moderado se relaciona directamente con la carta publicada, hace unas horas, por artistas e intelectuales que apoyan a Cristina Kirchner. El título “Unidad del campo popular: moderación o pueblo” es una bajada de línea clave que, sorprendentemente, coincide con la versión de la oposición sobre la “tibieza” del presidente en algunos aspectos.
“La unidad no se mantiene porque se la nombre”, expusieron los seguidores de la mandataria, sino que “se mantiene si continúan activas las políticas que le dieron origen”. La carta, firmada por Daniel Tognetti, Teresa Parodi, Rita Cortese, entre otros, es crítica con el cierre de grieta que propone Fernández. Luego de votar un proyecto del FMI que no convence a buena parte del kirchnerismo, el pedido de ese tipo de unidad es casi imposible.
“La política gubernamental ha llegado a su punto más trágico: la preparación de escenarios de anuncios donde no se realizan anuncios. Es la práctica fallida de anticipar políticas que no se concretan: el mismo gobierno genera las expectativas y la defraudación de las expectativas. Es el instante cruel donde la moderación se transforma en impotencia”, dice el texto.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, también ha sido criticado por funcionarios cristinistas por su falta de anuncios concretos. Juliana Di Tullio, senadora del Frente de Todos, lo confrontó al no revelar quién pagará el ajuste que el Fondo realizará. Tampoco dio especificaciones sobre la crisis inminente de recursos energéticos.
Versión de la oposición
La oposición también ha criticado a Alberto Fernández por su postura neutral, aunque por otras razones. En la apertura de las sesiones ordinarias, al no hacer mención sobre Vladimir Putin y su invasión contra ucrania, el bloque opositor lo defenestró. De la mano de este argumento le achacan la presunta manipulación de este por Cristina Kirchner, quien, según ellos, es la que se encarga de tomar las principales decisiones.