El papa Francisco manifestó que la guerra en Ucrania demuestra que la humanidad tiene que desprenderse de un extraño instinto de «autodestrucción» y que comprar más armas no es la solución definitiva a ningún conflicto. «Recemos también para que los gobernantes entiendan que comprar armas y fabricarlas no es la solución al problema», expresó.
Este miércoles, Francisco pidió a los participantes en su audiencia general semanal que recuerden a todas las víctimas de la guerra: los muertos, incluidos los «numerosos soldados caídos en ambos bandos», los heridos, los sin techo y los refugiados.
«Que el Señor envíe su Espíritu para hacernos comprender que la guerra es una derrota de la humanidad, que tenemos que derrotar, todos nosotros», dijo. «(Hacer la guerra) es una necesidad que nos destruye», agregó, pidiendo a Dios que «nos libere de esta ‘necesidad’ de autodestrucción».
Era la segunda vez desde que comenzó la guerra en Ucrania que el Papa evocaba el espectro de una guerra nuclear. El pontífice ha condenado la guerra, pero ha criticado a Rusia sólo implícitamente, evitando hasta ahora mencionarla por su nombre, informó Reuters.
Moscú dice que la acción que lanzó el 24 de febrero es una «operación militar especial» diseñada no para ocupar territorio, sino para desmilitarizar a su vecino y purgarlo de lo que considera peligrosos nacionalistas. El pontífice ya ha rechazado esa terminología.
«La solución es trabajar juntos por la paz y, como dice la Biblia, hacer de las armas instrumentos de paz», manifestó. Francisco ha dicho en el pasado que los fondos que se gastan en armas deberían desviarse a otros objetivos, como la lucha contra el hambre en el mundo y el desarrollo y distribución de vacunas.
