Este martes el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue dado de alta del hospital militar de Brasilia después de pasar la noche internado. Había ingresado en la noche del lunes para hacerse estudios tras sentir «molestias» abdominales, informó el ministro de Comunicaciones, Fabio Faria.
Faria dijo en Twitter la madrugada del martes que el presidente había salido del hospital y estaba «súper bien». Es la segunda vez que Bolsonaro es hospitalizado este año. En enero, mientras estaba de vacaciones en el estado de Santa Catarina, cuando fue trasladado de urgencia al hospital de San Pablo con una obstrucción intestinal.
El bloqueo, la última complicación que ha experimentado desde un apuñalamiento en 2018 durante un mitin de campaña, se eliminó después de unos días y no necesitó cirugía. Desde entonces ha sido intervenido seis veces por el apuñalamiento y para corregir una hernia en la zona herida.
En julio del año pasado, luego de 11 días de hipo, el mandatario de 67 años fue hospitalizado con fuertes dolores de estómago que fueron tratados sin necesidad de cirugía. Bolsonaro, quien comenzó la campaña para la reelección en octubre, debía asistir a una reunión política del Partido Republicano, pero no apareció, informó Reuters.
La primera dama Michelle Bolsonaro, quien sí asistió al evento, aseguró que el mandatario «está bien». «Estoy seguro de que el presidente está bien, son solo unos exámenes que está haciéndose, por eso no está», explicó en el acto el líder de Republicanos, el diputado Marcos Pereira.