Argentina está atravesando un problema severo de inflación. Desde el Gobierno nacional no ha podido frenar la escalada de precios mes a mes. Se estima que el incremento del mes se marzo será mayor que los dos meses anteriores. Además hay una tensión interna dentro del oficialismo, mientras que la oposición se debaten candidatos a 2023. El descreimiento social en la política generan un interrogante ¿hay que buscar un «Pacto de La Moncloa» o aumentarán el apoyo a la antipolítica?.
El tema inflacionario es una materia pendiente en todos los Gobiernos. Desde hace muchos años que no se encuentra una solución a la suba constante de precios. Esto afecta mucho a los sectores más bajos y la clase media. En la actual administración, pese a «declararle la guerra», no han podido ponerle un freno a los aumentos de los productos.
Por otra parte, el país tiene un gran déficit político. En el Frente de Todos se armó una guerra interna que pone en jaque la libertad de Alberto Fernández. El Presidente se encuentra en una encrucijada por las presiones que provienen del kirchnerismo y La Cámpora. La demostración de esto sucedió a la hora de votar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En Juntos por el Cambio están al acecho de lo que ocurra en el 2023. Muchos de los líderes de la coalición opositora ya están diagramando su carrera presidencial, mientras las acusaciones son cada vez más mayores. Gerardo Morales es uno de los más activos. Los cruces también se dieron entre Larreta y Patricia Bullrich. Mientras tanto, Argentina padece un severo problema económico.
Ante esta realidad, Julio Bárbaro, en A24, sostuvo que «es un momento de desesperación», donde los líderes políticos deberán hacer un «Pacto de La Moncloa» para revertir el descreimiento que hay en el arco dirigente. Al mismo tiempo reflexionó sobre la actitud expectante de los gremios. «Hay momentos que la desesperación te permite abrazarte a la esperanza», indicó el exlegislador.
«Estamos en un momento donde no hay esperanza ni el oficialismo, ni en la oposición». Se plantea que ambas fuerzas confluyan para relanzarse en la confianza de la sociedad. También se sospecha el crecimiento de la «antipolítica» que plantea Javier Milei. Sin embargo, para Julio Bárbaro, no es posible un lugar para el libertario. «Cuando la política está en crisis, la antipolítica se plantea pero nunca la sustituye», argumentó.