Ya es de público conocimiento que la Argentina está negociando con Bolivia y Brasil para garantizar gas durante el invierno. Esto se da en el marco de la crisis energética producida por la guerra Rusia-Ucrania, pues, estos países son de los mayores proveedores de gas en todo el mundo y debido a su conflicto, no solo hay carencia, sino una disparada de precios. En este contexto, nuestro país deberá afrontar un gasto en dólares para importar gas del país gobernado por Luis Arce.
Cómo incide la guerra Rusia-Ucrania en la cuestión
Según el periodista económico Antonio D’Eramo en NA, “la Argentina tendrá que pasar de pagar 7,4 dólares por millón de BTU (unidad térmica británica) a una suma que, seguramente, superará los 10 dólares cuando, en los próximos días, se acuerde la adenda al contrato que tiene con Bolivia desde hace 15 años”. Esto se debe, según explicó, a los principios de oferta y demanda y efecto mariposa.
Sobre el primero, remarcó que se trata del pilar de una economía de mercado y refleja la relación que existe entre la demanda de un producto y la cantidad ofrecida de ese producto incidiendo en el precio al que se vende la mercancía. En cuanto al segundo, trajo a colación la “gran perturbación geopolítica” generada por la invasión de Rusia a Ucrania y que tuvo sus efectos en las economías de los países emergentes.
En este último caso es que el citado periodista lo ubica a Bolivia. “Los lleva a poner en suspenso las estrechas relaciones con gobiernos con los que se siente a gusto en materia ideológica, como la administración de los Fernández (Alberto y Cristina), para pasar a ser más pragmáticos y defender con uñas y dientes el valor de sus exportaciones”, analizó D’Eramo.
En este sentido, remarcó: “La reunión que se realizará en Buenos Aires entre los presidentes Alberto Fernández y Luis Arce transcurrirá entre sonrisas, aplausos y mostrará coincidencias, pero detrás existe una negociación muy dura para conseguir el gas andino, fluido vital para que las provincias del norte no sufran una racionalización de la energía durante los meses invernales”.
De cuánto gas se estaría hablando
Mientras tanto, Integración Energética Argentina Sociedad Anónima (IEASA), la ex ENARSA, creada por el gobierno de Néstor Kirchner en 2004, “tiene los borradores finales del anuncio que podrían realizar los dos presidentes en las próximas horas por los que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) incrementará su abastecimiento al país desde los 7,5 millones de m³ por día hasta 16 millones de m³ durante el trimestre más frío del año”, continuó el periodista.
Esto demandará mayores erogaciones de parte del Tesoro Nacional que se traducirá en convalidar un precio cercano a los 10-11 dólares por millón de BTU, que es la unidad que mide la capacidad de calor que brinda una estufa por metros cuadrados. De esta forma, Argentina y Bolivia “firmarán una adenda que modificará el contrato inicial que preveía importaciones a la Argentina del orden de los 26 millones de BTU diarios y que había acordado Néstor Kirchner en 2006”, auguró D’Eramo.
“Más modesta, la administración de Alberto Fernández negocia por, al menos, 15-16 millones de metros cúbicos diarios a un precio que aún es una incógnita”, advirtió el periodista económico, teniendo en cuenta que todavía no hay una cantidad de suministro definida. En cuanto y en tanto se dé a conocer, las cifras en dólares de seguro serán altas para el Estado Nacional.
Por su parte, el secretario Darío Martínez aseguró días atrás: “Tenemos los fondos para importar gas en invierno, pero a precios racionales”. De esta manera, ¿la Argentina le puso un techo a las aspiraciones de Bolivia, urgida de ingresos de divisas por las modificaciones en la oferta y en la demanda del mercado energético y por las consecuencias del conflicto ucranio-ruso?