Con una inflación en ascenso y la sociedad cada vez más dividida, el presente en Argentina es complejo. Sin embargo, los problemas parecer nacer en Casa Rosada, donde Alberto Fernández, presidente, está distanciado de Cristina Fernández de Kirchner, su vice. De este modo, Alejandro Finocchiaro se animó a comprar esta particular situación con la crisis del 2001.
El comienzo del milenio fue una época muy difícil para el país con una crisis económica y social muy grande que terminó en un corralito cambiario. Si bien eso parece algo lejano a día de hoy, para el legislador de Juntos por el Cambio hay ciertos aspectos en común entre ambos puntos históricos que están centrados en la postura presidencial.
«El gobierno y el Frente de Todos están bailando en la cubierta del Titánic«, inició el dirigente macrista que remarcó aspectos a mejorar. «Hay volatilidad social, situación económica compleja y cada cosa que hace el presidente se transforma en meme. El presidente es un meme«, aseguró el Finocchiaro en comparación al 2001, cuando sucedió algo similar.
«Al igual que De La Rúa cuando empezó su espiral descendente. Cuando un país tiene esta condición, sin autoridad presidencial, es una fórmula donde puede pasar cualquier cosa», concluyó el funcionario en LN+. De este modo, el oficialismo está divido y pensando en 2023 podría haber dos candidatos en el Frente de Todos para las PASO, uno por cada partido.
¿Cómo llegan al 2023?
Mientras en Juntos por el Cambio desconocen a que candidato pondrán, en el Frente de Todos se vive un clima mucho más tenso. En primera instancia se espera que el kirchnerismo apueste por un candidato propio, ya sea Máximo Kirchner o Sergio Massa. En el peronismo se espera lo propio con Alberto Fernández en busca de la reelección. Esta sería la disolución del partido aunque en el sector macrista buscan sacar provecho de la pelea interna.