La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) dio a conocer algunos datos sobre los precios que pagan los consumidores cuando van al supermercado o almacenes. El organismo determinó que una cuarta parte del precio de la leche, el pan y la carne, son impuestos. De esta forma, pese a las políticas de Roberto Feletti sobre los Precios Cuidados, 1 de cada 4 pesos se van a la recaudación estatal.
Según este trabajo que divulgó NA, en la carne de vaca el 28% del precio final son los impuestos de la cadena; en pan francés la carga tributaria llega al 23% y, el sachet de leche, al 26%. El pago de estos tributos es, en realidad, una cadena de decisiones políticas que se toman para financiar el déficit fiscal. Con esto, no hay que olvidar que el sector industrial tiene una de las mayores cargas impositivas del mundo.
«En momentos donde la inflación se acelera, se tiende a discutir los precios, la cadena y los costos, pero en realidad el problema no es de un precio en particular, sino del peso en sí mismo. Nuestra moneda pierde valor de compra, el problema es mucho más amplio», aseguró FADA. «Tenemos un profundo déficit fiscal, que se financia emitiendo pesos. Y a eso se suma la falta de confianza. Esta situación se traduce en pesos que cada vez valen menos: eso es la inflación».
En el precio del sachet de leche entera, el tambo representa el 35%; la industria, el 32%; el comercio, 7%; e impuestos, el 26%. De los impuestos que paga la cadena, 78% son nacionales, 18% provinciales y 4% municipales. El IVA representa el 67% de todos los impuestos. En el caso del pan, desde que se produce hasta que llega a la mesa, su precio se multiplica por 7,5, debido a la necesidad de generar ganancias.
Críticas a Precios Cuidados y retenciones
Por otro lado, la entidad habló sobre las políticas de la Secretaría de Comercio Interior, en materia de Precios Cuidados para controlar la inflación. Además de ser críticos con esto, ya que “de ninguna manera reducen la inflación”, mostraron su rechazo a la restricción de exportaciones. Al contrario de lo que espera el Gobierno, las retenciones “solo generan nuevas trabas y menores incentivos a producir”.
«En el largo plazo, lo único que asegura que la carne, la leche o el pan sean baratos es más producción. Que haya más oferta es la única forma genuina para que un producto sea barato. Por este motivo, lo que en realidad hay que hacer es incentivar la producción, abriendo mercados, generando previsibilidad, bajando la carga tributaria», ampliaron.
En tanto, el Gobierno de Alberto Fernández intenta instalar un sistema de retenciones móviles para controlar el precio del mercado interno. Leopoldo Moreau, Roberto Feletti, entre otras autoridades fueron los que más se inclinaron por el lado de las retenciones al campo. Desde la oposición y la Mesa de Enlace, hubo respuestas de rechazo e, incluso, exigencias para la reducción o quita en los derechos de exportación.