Mientras en el Gobierno deciden seguir dándole batalla a la inflación, en el bolsillo de los argentinos están las consecuencias. En esta ocasión quedó reflejado por los datos que difundieron desde CABA sobre la condición en la que vive la población. Las estadísticas del mes de marzo muestran que una familia de dicho distrito necesitó $90.467 para no caer en la pobreza.
Esto significa que en el interanual hubo una suba del 52,77% según la Dirección de Estadística porteña. En relación a febrero del 2022 es un alza de 6,1%, levemente 1,4% más que la variación general de precios de INDEC. A su vez, las estadísticas respecto a la indigencia y la Canasta Básica Total también han tenido subas en sus valores según NA.
Para no ser indigente una familia necesitó $49.602 y esto representa un crecimiento del 57,7% en relación al mismo mes del 2021. Este es el monto de la CBT, la cual cuenta con alimentos y servicios mínimos e indispensables para poder vivir. En comparación con febrero pasado es una suba del 5,4% y 0,7 puntos más que el IPC que dan desde nación.
Claro está que la inflación es un fenómeno que también dispara otros indicadores y se espera que así ocurra con la pobreza e indigencia. En su última medición, INDEC arrojo una tasa del 37,3% para los pobres de todo el país y del 16,4% para CABA. Se estima que en el primer trimestre el 2022 el impacto en estos valores haya sido fuerte al punto tal que podrían tocar el 50% en todo el país.
La inflación de todo el país
Por su parte, la inflación a nivel nacional de marzo se conocerá el próximo miércoles 13 de abril y se estima que será superior al 6%. De ser así, el acumulado anual superará el 14% y estadísticamente representaría una suba en la pobreza y una caída del poder adquisitivo de los argentinos. Sobre esto trabajan en el Gobierno aunque por ahora no hay efectos de desaceleración.