Rusia está considerando un plan para suspender las elecciones regionales previstas para septiembre en medio de preocupaciones sobre la creciente tensión social debido a la guerra en Ucrania y las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados, según personas familiarizadas con las discusiones.
La propuesta podría presentarse formalmente al presidente Vladimir Putin este miércoles, cuando tiene previsto reunirse con los legisladores en San Petersburgo. Las discusiones son un indicio de la preocupación del Kremlin por los crecientes costos, tanto políticos como económicos, de la invasión, que está entrando en su tercer mes sin señales de un final.
Por el momento, las encuestas muestran que el apoyo a Putin se ha acercado a niveles récord. Pero el aumento de las pérdidas en el campo de batalla y el empeoramiento del nivel de vida podrían erosionar esa confianza en los rusos. Putin abolió las elecciones directas para gobernadores en 2004, después del mortífero ataque terrorista en Beslan, pero fueron restauradas en 2011.
«En medio de la presión de las sanciones y el inevitable deterioro de las condiciones sociales, es necesario ajustar los procesos electorales para el trabajo estable y predecible del sistema político de modo que minimicen el impacto de los factores negativos en la formación de autoridades gubernamentales en varios niveles», dijo Konstantin Kostin, jefe de un grupo de expertos que trabaja en estrecha colaboración con el Kremlin, informó Bloomberg.
Se espera que la economía de Rusia experimente una de las peores contracciones desde la década de 1990 a medida que se profundice el impacto de las sanciones. Incluso con un estricto control del sistema político y la marginación de los opositores, el Kremlin ha luchado en ocasiones para garantizar que sus candidatos favorecidos ganaran las elecciones.