Estados Unidos y sus aliados se reunieron este martes en una base aérea alemana para prometer nuevos paquetes de armas cada vez más pesadas para Ucrania, desechando la amenaza de Moscú de que su apoyo a Kiev podría conducir a una guerra nuclear.
«Las naciones de todo el mundo están unidas en nuestra determinación de apoyar a Ucrania en su lucha contra la agresión imperial de Rusia», expresó el secretario de Defensa, Lloyd Austin, al recibir a representantes de más de 40 países en la base aérea de Ramstein, en Alemania, sede del poder aéreo estadounidense en Europa.
«Ucrania cree claramente que puede ganar, y también lo cree todo el mundo aquí», agregó. Últimamente han aprobado envíos de cientos de millones de dólares en armas, incluyendo artillería y aviones no tripulados que retuvieron en fases anteriores de la guerra, y quieren que sus aliados hagan lo mismo.
Alemania anunció que enviaría tanques ligeros «Gepard» con cañones antiaéreos. En una marcada escalada de la retórica rusa, el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, fue preguntado sobre la perspectiva de una Tercera Guerra Mundial y si la situación actual es comparable a la crisis de los misiles de Cuba de 1962, que estuvo a punto de provocar una guerra nuclear, informó Reuters.
«El peligro es serio, real. Y no debemos subestimarlo», dijo Lavrov. «La OTAN, en esencia, está involucrada en una guerra indirecta con Rusia a través de un representante y está armando a ese representante. La guerra significa guerra», agregó.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Mark Milley, manifestó que las próximas semanas en Ucrania serán «muy, muy críticas». «Necesitan un apoyo continuo para tener éxito en el campo de batalla. Y ese es realmente el propósito de esta conferencia», dijo, describiendo el objetivo como la coordinación de la ayuda que incluye armas pesadas como la artillería de obús.
