Esta semana el presidente de Francia, Emmanuel Macron, fue reelecto por sus ciudadanos. Esto le permite ser el máximo funcionario de dicho país por cinco años más tras obtener el 56,5% de los votos frente al 43,5% de Marine Le Pen, su rival de campaña con quien llegaron a segunda vuelta. Ahora el dirigente intentó recorrer las ciudades más pobres aunque no lo recibieron de la mejor manera.
En el día de la fecha el mandatario estuvo en Cergy-Pontoise, un barrio de mercados, y los vecinos del lugar lo recibieron con una lluvia de tomates. De este modo expresaron su rechazo a la aparición pública del funcionario en el lugar además de no estar de acuerdo con su reelección. Al parecer, el equipo del jefe de Estado le recomendó «acercarse» a los barrios carenciados.
Sin embargo, Emmanuel Macron ya tuvo una primera mala experiencia en este nuevo rol. La lluvia de tomates obligó a la seguridad que venía a sus espaldas que lo abracen y abran un paragua para amortiguar el golpe de la mercadería. Si bien logró esquivar algunos, otros pocos golpearon a sus allegados además de que se vivieron momentos de tensión porque la gente lo rodeó para cuestionarlo.
El resto de la tarde en Francia transcurrió con normalidad y pudo ser controlado a pesar del gran caudal de personas presentes según NA. La idea del mandatario es estar más cerca de los sectores vulnerables para crear políticas que los acompañen y ayuden a salir adelante aunque no parece estar recibiendo lo que busca. En este distrito fue uno de los candidatos que menos votos sacó.
¿Qué dijo Emmanuel Macron de los tomatazos?
Al concluir el día, Emmanuel Macron habló con la prensa y anunció que va a nombrar un ministro «implicado en la cuestión social, medioambiental y productiva» porque quiere «estar en los barrios durante todo el mandato». Sin embargo, no respondió preguntase acerca de los tomates que cayeron cerca de él ni al recibimiento de la gente.