El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció este martes que no asistiría a la Cumbre de las Américas organizada por Estados Unidos, que se realizará en junio, si no se invita a todos los países de la región, y que enviaría al canciller Marcelo Ebrard en su lugar.
El mandatario explicó durante su conferencia de prensa habitual, días después de su viaje a La Habana, que era poco probable que su ausencia en la cumbre de Los Ángeles el próximo mes causara tensiones con Estados Unidos. «Si están excluidos, si no están todos invitados, iría un representante del gobierno mexicano, pero yo no», dijo López Obrador.
Semanas atrás, funcionarios estadounidenses habían dicho anteriormente que es poco probable que Nicaragua, Cuba y el gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, reciban una invitación a la cumbre que pretende mostrar la democracia en el hemisferio. La misma se realizará en Los Ángeles el próximo mes de junio.
Esta es la postura más fuerte de López Obrador hasta el momento en sus esfuerzos por lograr que Estados Unidos extienda invitaciones a todos los gobiernos de la región. Una persona en Washington familiarizada con el asunto dijo a Reuters la semana pasada que Nicaragua había sido informada de que no sería invitada.
La Casa Blanca y el Departamento de Estado no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios. López Obrador visitó Cuba días atrás, donde se reunió con el exmandatario Raúl Castro y el actual gobernante, Miguel Díaz-Canel, al que alabó catalogándolo de «extraordinario presidente» y con el que acordó la contratación de unos 500 médicos cubanos para apoyar al sistema de salud mexicano.
