El primer ministro británico, Boris Johnson, ordenó a sus ministros que reduzcan 91.000 puestos de trabajo en la administración pública de Reino Unido para liberar miles de millones para recortes fiscales. El premier aprovechó una reunión del gabinete sobre el «coste de la vida» para ordenar a su equipo que redoblara sus esfuerzos para aliviar la presión financiera sobre las familias con dificultades.
Según el diario Daily Mail, Johnson les dio un mes para que presentaran planes para reducir el tamaño de la administración pública en casi una quinta parte del total actual, lo que supondría un ahorro de unos 3.500 millones de libras al año. «Cada libra que el Gobierno adelanta a los contribuyentes es dinero que pueden gastar en sus propias prioridades, en sus propias vidas», citó el artículo a Johnson.
El primer ministro también sigue convencido de la necesidad de que más funcionarios vuelvan al trabajo, según el periódico. «Tenemos que recuperar el hábito de ir a la oficina, de ir al trabajo», dijo al Daily Mail. «Habrá mucha gente que no esté de acuerdo conmigo, pero creo que la gente es más productiva, más enérgica, más llena de ideas, cuando está rodeada de otras personas».
Dave Penman, secretario general de la FDA, sindicato que agrupa a los gestores y profesionales de los servicios públicos, expresó en un tuit: «A menos que tengan un plan serio, se trata de otra maniobra para acaparar portadas o de una imprudente tala y quema de los servicios públicos sin pensar ni preocuparse por las consecuencias», informó Reuters.
La orden de Johnson llega después de que el martes expresara en el Parlamento británico que él y el ministro de Finanzas, Rishi Sunak, tendrán más que decir en los próximos días sobre cómo ayudar a los votantes con la actual crisis del coste de la vida.