Este viernes, en Houston, comenzó la reunión anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) de Estados Unidos, días después de un tiroteo masivo en una escuela primaria de Texas, con la deserción de oradores y protestas planeadas fuera del centro de convenciones.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, quien iba a dar un discurso en el encuentro del que también participará el expresidente Donald Trump, viajará a Uvalde, donde 19 estudiantes y dos maestros fueron asesinados el martes por un joven de 18 años, en una masacre que ha renovado la ira por la parálisis de Washington en control de armas.
El alcalde de Houston, Sylvester Turner, rechazó los llamados para cancelar la convención debido a la preocupación de que la ciudad enfrentaría demandas, pero instó a la NRA a posponerla por respeto a las víctimas. Se espera que el evento de cuatro días, planificado durante más de dos años y anunciado como la «reunión más grande de miembros de la NRA y partidarios de la Segunda Enmienda en el país», atraiga a cerca de 80.000 asistentes.
La Federación Estadounidense de Maestros se manifestará frente al ayuntamiento para pedir el control de armas. Otros grupos han planeado protestas frente al centro de convenciones «George R. Brown», sede del encuentro de la NRA. La policía dijo que aumentó la seguridad, hasta el punto de «una movilización casi total». Turner instó a los manifestantes a manifestarse pacíficamente, centrándose en las víctimas del tiroteo, informó Bloomberg.
Por otro lado, el fabricante del arma utilizada en la masacre, Daniel Defense, se retiró de una aparición prevista en la convención de la NRA. «Creemos que esta semana no es el momento apropiado para promocionar nuestros productos en Texas en la reunión de la NRA», expresó la compañía en un comunicado. Varios músicos y artistas que estaban programados para actuar en la convención también cancelaron desde el tiroteo.