La inflación siempre golpea con más fuerza a la clase media y a los más pobres. Hoy el alquiler de un monoambiente en la Ciudad de Buenos Aires cuesta en promedio 43.000 pesos sin contar las expensas, mientras que el salario mínimo se ubica en los $38.940 y la jubilación mínima en $37.524. En el Congreso sigue paralizada la aprobación de una nueva ley de alquileres que permita reducir los costos que hoy están por las nubes.
«La inflación se mide en distintos rubros y las propiedades tanto en la venta como en el alquiler son un parámetro más que va rigiendo la economía», sentenció la periodista, Verónica Rubí, que presentaba el informe en La Nación+ y sumó: «En este momento está muy parada la venta y hay una gran demanda de alquileres y hay poquísima oferta»
«Lo que está sucediendo también es que la rentabilidad en alguien que invierte en una propiedad es del 3,5% anual en dólares y tarda aproximadamente unos 28 años o más en recuperar esa inversión que hizo si compra un departamento para ponerlo en alquiler», explicó Rubí sobre la situación actual que vive el rubro en Buenos Aires y CABA.
«El alquiler temporario ha vuelto con bastante fuerza por varios motivos. Uno muy curioso es que en la pandemia hubo muchos divorcios y entonces mucha gente fue a buscar un alquiler temporario, que es en dólares. Hoy hay muchos estudiantes que regresaron a CABA y eligieron esta modalidad porque tenían algunas materias presenciales. Esto implica que la rentabilidad sea mayor al alquiler tradicional que es por 3 años», indicó la cronista.
«Hay muchos contratos que se terminan cerrando de manera privada y no se rigen por la ley de alquileres. El problema es que si no están registrados en AFIP, en caso de haber algun tipo de juicio entre ambas partes, el proceso se dilatará. El índice para contratos de locación aumentó un 53,9% en los últimos 12 meses, aunque algunos especialistas del rubro hablan del 70%. Por otro lado, en mayo aumentaron 9,3% los alquileres», concluyó Rubí.