La harina es la base de muchas de las comidas típicas de los argentinos y si su precio aumenta, se traslada directamente al bolsillo de los ciudadanos. Es por ello que el Gobierno nacional decidió crear el Fondo Estabilizador del Trigo para que su precio no se dispare en comparación a los valores internacionales que se han visto alterados por la guerra entre Rusia y Ucrania además de la inflación en Argentina.
A pesar de ello, en Casa Rosada no han podido controlar la suba del trigo y según la Federación de Panaderos registró un aumento del 9% durante mayo. Cabe recordar que el precio de la harina es uno de los que más subió en lo que va del año. Para abril acumuló alzas del 43,2% mientras que su comparación interanual arrojó un incremento del 85,4% según NA.
En su afán por desacoplar los precios internos, el por entonces secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, creció el fideicomiso del trigo. El primer pago a las molineras ya se realizó aunque todavía no tuvo la sostenibilidad necesaria para reflejar una mejoría. Se espera que entre junio y julio sea más marcada la nivelación de precios.
La inflación en el pan
A su vez, los datos oficiales marcan que la harina de trigo común 000 aumentó un 16,1% en el interanual de abril. De esa manera, provocó que sus derivados aumenten de manera considerable. Por ejemplo, el pan francés tipo flauta creció un 11,1%, el pan de mesa un 7,8%, galletitas dulces 4,7%, 10,3% galletitas de agua envasadas y 8,3% para los fideos secos.
En cuanto al valor real del dinero, en 2017 se podrían comprar 90 kilogramos de harina para hacer pan. Ahora solamente se puede adquirir 11 kilos con el mismo monto de dinero: mil pesos. De esta manera, la inflación demuestra un contundente avance durante los últimos años y todo indica que seguirá creciendo a pesar de las medidas.
