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POLÍTICA

La Corte Suprema de Justicia desafió una de las bases del peronismo

Un juez de la Corte Suprema de Justicia cuestionó la histórica frase de que «detrás de cada necesidad hay un derecho».

Corte Suprema de Justicia

A lo largo de los años el peronismo tomó un gran protagonismo en la ideología política de la sociedad argentina. Como toda corriente tiene sus pensamientos básicos instalados casi como lemas a futuro que ahora la Corte Suprema de Justicia se encargó de cuestionar. «Detrás de cada necesidad hay un derecho» dijo alguna vez Eva Perón pero para Carlos Rosenkrantz no es así.

El juez del máximo tribunal señaló que «no hay suficientes recursos para satisfacer todas las necesidades» por lo que es imposible llevar adelante esta idea. «Un mundo donde todas las necesidades son satisfechas es deseado por todos pero no existe. Si existiera no tendría ningún sentido la discusión política y moral», reflexionó el funcionario según NA.

Seguido a esto, Rosenkrantz aclaró que no podría ser posible «a menos que restrinjamos qué se entiende por necesidad y que se entienda por derecho a las acciones que no son jurídicamente ejecutables«. En adhesión a esto advirtió que «hay un olvido sistemático de que detrás de cada derecho hay un costo» durante una conferencia titulada «Justicia, Derecho y Populismo en Latinoamérica«.

El populismo para la Corte Suprema de Justicia

Por otro lado, el juez también hizo referencia a la definición de «populismo» y decidió profundizar sobre su peso. «Los que critican al populismo lo asocian al nacionalismo, la demagogia o el autoritarismo. Quienes lo aprecian es sinónimo de cambio, de antielitismo, de recuperación del auténtico valor y sentido de la democracia», indicó.

«En las democracias, el progreso se concibe como un objetivo incremental. Esto es así porque las democracias constitucionales son, en esencia, arreglos institucionales que hacen imposible que mayorías transitorias cambien la fisonomía de una sociedad. El cambio requiere cambios legales, constitucionales, y es siempre dificultoso y lento. El populismo es maximalista porque pregona un cambio instantáneo y radical, demoniza nuestro modo de hacer política, a la política tradicional. Concibe a la política tradicional como promotora y reproductora del statu quo, la mascarada perfecta de la continuidad, por eso todo populismo pregona el cambio ya«, concluyó.