En agosto del 2018 inició el juicio oral contra el sacerdote Julio César Grassi por los hechos ocurridos en la Fundación Felices Los Niños. Él mismo encabezaba el organismo y luego de reiteradas denuncias en su contra por forzar a los niños a tener relaciones con él, la fiscalía ordenó su detención y terminó preso meses después con dos rechazos de prisión domiciliaria en menos de un año.
La justicia determinó una condena de 15 años de prisión, la cual iba hasta 2026. Sin embargo, el abogado querellante Juan Pablo Gallego pidió ampliar la pena y la Cámara de Apelaciones de la sala 1 de Morón le dio lugar al petitorio. Según explicó Télam, hubo «un mal cálculo de la pena» puesto que «la misma no rige desde el 23 de octubre del 2002», fecha en la cual Grassi se profugó.
Es por este motivo que «no le cabe el beneficio del 2 por 1» para reducir su condena. De esta manera, Julio César Grassi estará preso hasta el 30 de mayo del 2028 luego de que se confirme la ampliación. Cabe señalar que el acusado está cumpliendo su pena dentro de la cárcel y no en su domicilio como pidió en dos ocasiones que fueron desestimadas.
La justicia lo encontró como culpable del delito mencionado agravado por ser sacerdote encargado de la educación y guarda de los menores. Además, detallan que «concurren idealmente con corrupción de menores agravada», otro cargo más que fue tenido en cuenta a la hora de dictar sentencia. En tres ocasiones desestimaron los pedidos que realizó el padre Grassi y ratificaron su condena a 15 años de prisión.
Los otros cargos contra Julio César Grassi
En 2014 el padre Grassi fue denunciado por «malversación del dinero de las donaciones de la Fundación Felices Los Niños». Al parecer, utilizó la caridad para el beneficio propio y alquiló una mansión, sobre la cual tiene prohibido vivir. Por esta causa fue condenado a una pena de dos años más que se le sumaron a los cargos anteriores.
