Rusia se retiró este jueves de una isla ucraniana del mar Negro de importancia estratégica donde sufría bombardeos de Ucrania, pero mantuvo su ofensiva para rodear uno de los últimos baluartes de la resistencia ucraniana en la oriental región del Donbass.
El Ministerio de Defensa ruso explicó que las tropas se retiraron de la isla de las Serpientes, frente a la ciudad de Odesa, como gesto de «buena voluntad», pero Ucrania dijo que las fuerzas escaparon en dos lanchas tras ataques con artillería y con misiles, informó Télam.
El vocero del ministerio ruso, general Igor Konashenkov, insistió en que la retirada buscaba mostrar que «Rusia no está impidiendo los esfuerzos de la ONU de organizar un corredor humanitario para enviar por barco productos agrícolas desde Ucrania».
Kiev y países de Occidente acusan a Moscú de bloquear los puertos de Ucrania para impedir la salida de sus cereales y de exacerbar así la crisis alimentaria global provocada por la guerra entre dos grandes exportadores de granos y fertilizantes. Rusia rechaza las acusaciones y dice que Ucrania debe desminar las aguas del mar Negro para permitir una navegación segura.
Rusia conquistó la isla, que su ubica en una transitada ruta marítima, en las primeros días de la invasión a Ucrania, a principios de marzo. La isla se convirtió en símbolo de la resistencia ante la invasión después de que un grupo de guardias ucranianos que la defendía rechazara en un mensaje de radio la orden de rendirse lanzada desde un buque ruso.
Los guardias fueron capturados y luego liberados como parte de un canje de prisioneros. Desde que la isla fue conquistada por Rusia, el Ejército ucraniano había bombardeado sin pausa a la pequeña guarnición rusa, que contaba con sistemas antiaéreos.