Connect with us

Hola, qué estás buscando?

POLÍTICA

José Luis Espert sin escrúpulos: «Silvina Batakis es una baldosa»

Según Espert, la crisis económica requiere de otro tipo de reformas que implique un giro de 180 grados.

José Luis Espert

José Luis Espert, diputado de Avanza Libertad, manifestó que Silvina Batakis, la economista que ocupará hoy el máximo cargo en el Ministerio de Economía, es una «baldosa» que no va a resolver el problema sistémico que afecta a la Argentina desde hace décadas con empresarios prebendarios, sindicalistas corruptos y una clase política que somete a la sociedad con más deuda e impuestos.

«Batakis es una baldosa y no vas a sacar nada de ahí. Es un problema de sistema que requiere de mucha claridad y de sentirlo acá (internamente) de querer cambiarlo y tener ovarios o huevos para cambiarlo. Está muy podrido todo lo que hacemos y no solamente por la política. Acá están metidos parte de la clase empresaria, el sindicalismo, la educación, la seguridad y la salud. Acá hay un sistema que no funciona y parecemos un autito chocador», explicó Espert en una entrevista para Canal 9.

«Hay un sistema muy aceitado para el mal que está conformado por un grupete muy chiquito y poderoso de empresarios prebendarios y corruptos, el grueso de la política y el sindicalismo cavernícola. Esas tres patas funcionan como un reloj maldito, pero muy aceitado y la sociedad lo valida comiendo el pescado podrido de la sustitución de importaciones, el Estado presente y la justicia social que genera pobreza. Hay mafias que lucran con una Argentina pobre y miserable», comentó el economista liberal.

«Hay que comerciar con el mundo, tener un Estado de tamaño racionable para no ser arrasados por los impuestos y tener leyes laborables que promuevan el trabajo en blanco. Acá tenemos 7 millones de laburantes en negro y no hay ningún sindicalista que quiera cambiar las leyes laborales. Hasta que no cambiemos estas tres cosas van a terminar todos (los ministros de Economía) mal», insistió Espert.

«Nadie quiere invertir en la Argentina porque hoy implica ser un esclavo impositivo. Nadie contrata a nadie, porque el empresario siente que cuando mete a un empleado mete una bomba atómica adentro. Eso lo caga más al trabajador que al empresario. Yo lo que quiero es que este país no termine siendo una gigantesca villa miseria que es hacia donde vamos. Si seguimos así vamos a comer en un balde de mierda», concluyó.