El presidente Alberto Fernández reapareció luego de una semana de planificar su agenda a puertas cerradas, sin ofrecer entrevistas y sin participar de conferencias. Con motivo del Día de la Independencia, el jefe de Estado viajó a la provincia de Tucumán para hacerse presente en la Casa Histórica de Tucumán. Allí, hizo un paralelismo entre lo que fue liberarse de España con la situación actual del país, en donde embistió contra los “grupos poderosos” tras la renuncia de Guzmán.
“Con un pueblo dividido, unos pocos sinvergüenzas ganan y millones se sumen en la pobreza”, expuso el presidente ante el público, con un nuevo pedido de unidad para evitar las desigualdades. «Venimos soportando en los últimos meses, pero sobre todo de manera pública y feroz en la última semana, una embestida de los grupos concentrados poderosos que quieren quedarse con toda la renta, que quieren provocar una devaluación y maximizar sus ganancias con la codicia de siempre», apuntó.
“Se aprovecharon de la pandemia y ahora se quieren aprovechar de la guerra. Son los mismos de siempre que siembran el desánimo. Son los que buscan vernos desunidos, que generan enfrentamientos, porque es en ese clima de desánimo y de violencia donde ellos ganan millones. Con nuestra miseria, ellos construyen imperios. Con nuestras tristezas, ellos construyen paraísos fiscales”, agregó.
«Profetas del odio»
El mandatario también apuntó contra los «profetas del odio» y señaló que «algunos refriegan sus manos cuando la adversidad se cruza». Además, se quejó de que «hacen correr rumores» en medios de comunicación y redes sociales. Cabe destacar que, el día jueves, empezaron a circular versiones sobre una posible renuncia de Alberto Fernández y de Sergio Massa. Incluso esa idea fue consultada en la conferencia de prensa de Gabriela Cerruti, pero, como era de esperarse, la portavoz lo negó tajantemente.
Situación económica
Con respecto a la situación económica, el jefe de Estado subrayó que la Argentina debe «transitar el camino hacia el equilibrio fiscal; estabilizar la moneda; el crecimiento demanda divisas que hoy son escasas y hace más difícil la acumulación de reservas», así como también señaló que el país enfrenta «persistentes procesos inflacionarios».
De la misma forma subrayó que Argentina es una “tierra pródiga” al tener recursos altamente demandados a nivel mundial, como el litio y el petróleo. Sin embargo, retomando con la idea de la concentración de la riqueza, expuso las dificultades que existen para asegurar la igualdad de condiciones. «Todo ello hace más complicada la distribución justa del ingreso, pero estamos aquí para hacerle frente a esta realidad compleja», manifestó.
Nuevo mensaje de unidad
Sobre la unidad, Fernández lanzó un mensaje pacífico, sin chicanas ni contestaciones como las otras veces. «Los mejores de nosotros, 200 años atrás, fueron capaces de colocar el interés general y nacional por encima de todo. Éso mismo debemos hacer nosotros en nuestra Argentina del Siglo XXI. No hay futuro político si ese primer eslabón, que es la unidad, que a todos incluye si no se edifica y fortalece todos los días».
Al respecto, el jefe de Estado indicó que «para llegar a acuerdos que unan hace falta derribar muros» y remarcó: «Tal vez hoy desde la casa del gran acuerdo que dio inicio a la Argentina podamos convocar a los grandes consensos que hacen falta para desarrollarnos de una vez y para siempre ante los enormes desafíos que enfrentamos en este siglo XXI».
Comitiva de Alberto Fernández
Junto a él estuvieron presentes en la Casa Histórica el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; el jefe de Gabinete, Juan Manzur; y varios ministros, como Wado de Pedro. También estuvieron presentes el titular de la bancada del Frente de Todos en la Cámara baja, Germán Martínez; entre otros dirigentes del oficialismo.
