Andrea Godoy fue la mujer que realizó, el día miércoles, un escrache a Alberto Fernández mientras este visitaba la localidad bonaerense de General Rodríguez. Los motivos para hacerlo no fueron solo por su profundo desacuerdo con su gestión, sino por algo mucho más personal. Poco después de los insultos al presidente y de su detención, se supo que, como madre, no había podido despedir a su hijo por la cuarentena.
Según relataron en LN+, Andrea estaba preparándole la comida a sus otras hijas cuando se enteró de la visita del jefe de Estado. Enseguida se alistó para concurrir a las inmediaciones del espacio de primera infancia que inauguró Fernández. Al ser confundida con una oficial de policía por su indumentaria, aprovechó para gritarle “asesino” y “chorro”.
«Grito de justicia»
Su “grito de justicia”, como ella lo llamó, fue por su hijo Gonzalo, quien falleció por una obstrucción intestinal en Tucumán a la edad de 17 años. Ella no pudo llegar a verlo por las restricciones y quedó varada en Santiago del Estero. “Pensé que iba a aliviar lo que siento, pero no. Siento la misma bronca y estoy explotada. Hoy le decía a los chicos que estaba descompuesta por toda la situación que vivimos”, confesó.
“Desde el primer día, desde la primera cirugía, yo quería viajar. Recorrí aeropuertos buscando un vuelo de emergencia, micros, abogados que me asesoren en el marco de la ley y nadie pudo ayudarme. Tomé coraje y me tomé un remis, y salimos de acá de Buenos Aires para Tucumán. En todas las localidades era muy estricto. En algunos lugares no nos dejaban cargar nafta”, indicó. Recordó también que, en Santiago del Estero, sucedió el escándalo por no permitirle el acceso a atención médica a Abigail, la niña que padecía un cáncer terminal.
Sobre Alberto Fernández y la situación del país
Sobre el evento, Andrea Godoy contó que fue “muy hermético” y que ni siquiera la prensa estaba habilitada para concurrir y realizar preguntas. “Nadie puede hacerle una pregunta al presidente sin estar todo analizado antes”, mencionó. Posteriormente, hizo una reflexión sobre la situación del país, que en estos momentos se encuentra en una de las peores crisis desde hace, al menos, dos décadas.
“Estamos perdiendo terriblemente en todo. Desde lo económico, la educación, la cultura. Nos falta una cultura de trabajo que estamos perdiendo”, reflexionó. Con respecto a la fiesta clandestina de Olivos, de la cual Alberto Fernández salió airoso luego de pagar una donación económica, Andrea deseó que le hubiesen avisado antes de ese plan, así ella podía ir a visitar a su hijo a cambio del pago de una fianza.
