El exministro de Finanzas, Rishi Sunak, o la actual ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss, se convertirán en el próximo primer ministro de Reino Unido y líder del Partido Conservador, después de que la ministra de Comercio, Penny Mordaunt, quedó eliminada este miércoles de la carrera para suceder a Boris Johnson.
Sunak ha liderado todas las rondas de votación entre los legisladores conservadores, pero es Truss quien parece haber obtenido la ventaja hasta ahora entre los 200.000 miembros del partido gobernante que finalmente elegirán al ganador.
El tramo final de una contienda de una semana enfrentará a Sunak, un exbanquero de Goldman Sachs que ha elevado la carga fiscal al nivel más alto desde la década de 1950, contra Truss, un converso al Brexit que se ha comprometido a reducir los impuestos y la regulación.
Quien triunfe cuando se anuncie el resultado el 5 de septiembre heredará algunas de las condiciones más difíciles en Gran Bretaña en décadas. La inflación está en camino de alcanzar el 11% anual, el crecimiento se está estancando, la huelga va en aumento y la libra está cerca de mínimos históricos frente al dólar, informó Reuters.
Once candidatos originalmente propusieron sus nombres, pero en una quinta y última votación de los legisladores conservadores este miércoles, Mordaunt fue eliminada. Sunak obtuvo 137 votos, frente a los 113 de Truss y los 105 de Mordaunt. Mordaunt, que estaba solo ocho votos por detrás de Truss, pidió al partido que se uniera después de una lucha por el liderazgo a menudo fea.
Truss agradeció a algunos legisladores fuera del parlamento poco después de que se anunciaran los votos. «Estoy en esto, para ganarlo», dijo a los periodistas. En un comunicado, agregó: «Como primera ministra, comenzaría desde el primer día, uniría al partido y gobernaría de acuerdo con los valores conservadores».
Sunak dijo en Twitter: «Agradecido de que mis colegas hayan depositado su confianza en mí hoy. Trabajaré día y noche para transmitir nuestro mensaje en todo el país». Johnson se vio obligado a renunciar después de perder el apoyo de sus legisladores luego de meses de escándalos, incluidas las infracciones de las reglas de bloqueo de la pandemia de coronavirus.
