Rusia está desperdiciando grandes volúmenes de gas natural al quemarlo en una enorme antorcha naranja cerca de la frontera con Finlandia, en un momento en que ha recortado drásticamente las entregas a la Unión Europea, según afirmaron el viernes científicos y analistas.
Los analistas de Rystad, una consultora de energía con sede en Noruega, lo calificaron de desastre medioambiental y calcularon que la cantidad de gas quemado en la atmósfera equivalía a cerca del 0,5% de las necesidades diarias de Europa.
Rusia ha reducido el caudal del gasoducto Nord Stream 1 a solo el 20% de su capacidad y tiene previsto cerrarlo por completo durante tres días la próxima semana, alegando problemas de mantenimiento de las turbinas. La Unión Europea acusa al Kremlin de utilizar el gas como arma para luchar contra las sanciones occidentales por la invasión de Ucrania.
La quema es una práctica habitual en la producción de petróleo y gas, pero el nivel actual es excepcionalmente alto y el momento es delicado debido a los cortes de suministro por parte de Moscú. El gigante energético ruso Gazprom no respondió a una petición de comentarios de la agencia Reuters.
Los analistas de Rystad escribieron: «Los niveles exactos de los volúmenes de quema son difíciles de cuantificar, pero se cree que están en niveles de alrededor de 4,34 millones de metros cúbicos por día. Esto equivale a 1.600 millones de metros cúbicos (bcm) sobre una base anualizada y equivale a alrededor del 0,5% de las necesidades de gas de la Unión Europea».
La quema de gas se registró por primera vez en Finlandia a principios de este mes. El presidente Vladimir Putin ha dicho que Rusia, cuarto emisor mundial de gases de efecto invernadero, se esforzará por ser neutral en cuanto a emisiones de carbono a más tardar en 2060, mientras que Europa y otros países han instado a Moscú a adelantar el objetivo una década.
Gazprom redujo su producción de gas natural en más de un 13% desde principios de año hasta mediados de agosto, hasta unos 275.000 millones de metros cúbicos. Sus exportaciones de gas fuera de la antigua Unión Soviética han disminuido más de un 36%, hasta 78,5 bcm, en pleno enfrentamiento con Occidente por la invasión de Ucrania.